Aumenta presión para liberar a adolescentes en Nigeria

Cientos de personas se reunieron en Nueva York en mayo de 2014 para reclamar la liberación de las 230 colegialas secuestradas por Boko Haram en Nigeria. En 2016, solo se recuperaron 23, la mayoría permanece en cautiverio. Crédito: Michael Fleshman/cc by 2.0
Cientos de personas se reunieron en Nueva York en mayo de 2014 para reclamar la liberación de las 230 colegialas secuestradas por Boko Haram en Nigeria. En 2016, solo se recuperaron 23, la mayoría permanece en cautiverio. Crédito: Michael Fleshman/cc by 2.0

Tras el anuncio de la recuperación de otra de las adolescentes secuestradas por Boko Haram en Nigeria, se reavivaron los reclamos para que el gobierno redoble esfuerzos por rescatarlas a todas.

Con esa liberación de otra de las escolares de Chibok, ya son 23 las adolescentes recuperadas, de las 219 secuestradas por Boko Haram en una escuela secundaria del noreste de Nigeria, en abril de 2014.

El último rescate ocurrió un mes después de que la organización islamista liberara a 21 jóvenes tras un acuerdo con el gobierno. A principios de mayo, Amina Ali fue la primera de las adolescentes desaparecidas en ser recuperada.

El anuncio realizado el sábado 12 concentró la atención mundial y se reavivaron los reclamos de los activistas para que las autoridades redoblen esfuerzos para liberar al resto de las jóvenes.

“Es el día 933 desde su secuestro; 197 niñas siguen cautivas bajo su mirada señor presidente @MBuhari. Es hora de traerlas a casa”, tuiteó Maureen Kabrik, integrante de la organización BringBackOurGirls (Devuelvan a nuestras niñas) en un tuit dirigido al jefe de gobierno Muhammadu Buhari, tras la liberación de 21 jóvenes a principios de octubre.

La organización, creada para denunciar la difícil situación de las niñas en el marco del malestar internacional que generó este caso en 2014, anunció que el lunes 14, divulgaría un informe con detalles de las acciones realizadas por las autoridades durante seis semanas para rescatarlas.

Los activistas acusan al presidente Buhari de no hacer todo lo posible para liberar a las jóvenes, en contra de la promesa electoral que hizo hace un año. Junto a otros grupos, la organización convocó a varias marchas en Abuya durante meses.

Entre agosto y septiembre, organizaron una protesta cada 78 horas en la residencia presidencial y amenazó con aumentar el ritmo a 48 horas en noviembre. Actualmente, ya dijo que tomará medidas adicionales para presionar al gobierno por la liberación de las jóvenes.

“Nuestra obligación de reclamar el rescate del resto de las 197 adolescentes de Chibok es más fuerte que nunca”, observó Oby Ezekwesili, exministra de Educación, ejecutiva del Banco Mundial y una de las fundadoras de la organización.

Boko Haram, que desde hace siete años busca crear un califato en el noreste del país, secuestró a más de 276 adolescentes de una escuela secundaria en abril de 2014 porque se opone a la educación occidental. Además, mató a más de 20.000 personas, entre las que había profesores.

En septiembre, la Iniciativa 21st Century Wilberforce, con sede en Estados Unidos, y la Fundación Stefanus señalaron que 611 maestros murieron por los enfrentamientos con el grupo insurgente desde 2009. El informe señaló que 19.000 profesores habían sido desplazados, 1.500 escuelas clausuradas y 950.000 niñas y niños no tuvieron la oportunidad de acceder a la educación.

Boko Haram secuestró a cientos de hombres, mujeres, niñas y niños. Pero el secuestro de las niñas de Chibok concentró la atención internacional, movilizada por la campaña #BringBackOurGirls, en Twitter.

El presidente Buhari basó su campaña electoral en la promesa de combatir la corrupción, derrocar a Boko Haram y rescatar a las adolescentes de Chibok.

En septiembre y bajo presión de activistas, el gobierno divulgó información sobre su intento de intercambiar a las jóvenes por insurgentes. De hecho, el ministro de Información, Lai Mohammed, dijo que las conversaciones comenzaron casi dos meses después de que asumiera Buhari, en mayo de 2015.

Pero el intercambio fracasó a último momento, aun cuando el presidente ya había tomado la “difícil decisión” de liberar a los combatientes. Buhari reafirmó que “la liberación de las niñas sigue siendo fundamental y sacrosanta”, declaró Mohammed.

Otro intento de reanudar el proceso en diciembre de 2015 también fracasó, en parte por la crisis de liderazgo dentro del grupo Boko Haram.

Triste consuelo

Tras la liberación de 21 jóvenes en octubre gracias a un acuerdo logrado por intermedio de la Cruz Roja y de Suiza, el gobierno nigeriano aseguró que “pronto” se recuperarían otras 83. Además, el portavoz de la Presidencia, Garba Shehu, señaló que se había avanzado en las conversaciones.

Pero pasan las semanas, y las jóvenes permanecen en cautiverio, las demandas se intensificaron y la euforia inicial, gradualmente, dio pasó al desencanto.

“Es un triste consuelo pues 197 jóvenes siguen en la guarida de sus secuestradores más de 900 días después”, se lamenta un editorial del diario local The Guardian, publicado el 1 de este mes. “Nadie borrará las marcas del terrible golpe infligido contra las niñas, sus padres, esta nación y sus amigos extranjeros hasta que regresen”, acotó.

La organización BringBackOurGirls opinó que si bien hubo cierta mejora, el gobierno tiene que hacer mucho más para recuperar a las jóvenes.[related_articles]

La organización publica a diario recordatorios en las redes sociales de cuánto tiempo llevan las adolescentes en cautiverio y de cuánto tiempo bajo la Presidencia de Buhari.

“Cueste lo que cueste controlar la situación de Boko Haram, lo haremos, porque todavía hay más niñas cautivas”, declaró el ministro de Información Mohammed, en la primera semana de este mes.

“Además de rescatarlas, nos hacemos responsables por sus objetivos personales, educativos y profesionales y sus ambiciones de vida”, declaró el presidente Buhari tras recibir a las 21 jóvenes recuperadas. “Estas queridas hijas nuestras han visto lo peor que tiene para ofrecer el mundo”, acotó.

“Es frecuente que el regreso de las jóvenes al ámbito familiar y a sus comunidades sea el inicio de una nueva situación de dificultad para ellas, pues la violencia sexual que sufrieron les crea un estigma”, explica un comunicado del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

Pero el gobierno niega que las jóvenes hayan sufrido abusos o hayan sido violadas durante estos dos años y medios de cautiverio.

La Fundación Thompson Reuters mencionó el miércoles 9 de este mes un informe confidencial realizado a partir de entrevistas con las jóvenes que señala que se promovió su matrimonio con los combatientes, aunque nunca las obligaron, así como tampoco las presionaron a convertirse al Islam.

También detalló que 61 jóvenes se casaron con combatientes de Boko Haram, y que las que no aceptaron, fueron tratadas como sirvientas.

Pero a los analistas de seguridad les preocupan que hayan sido adoctrinadas.

“Nos preocupan que las hayan adoctrinado y no quieran regresar a Chibok”, reconoció Cheta Nwanze, del servicio de SBM Intelligence, que ofrece análisis de la situación sociopolítica y económica nigeriana.

“Somos optimistas de que el segundo grupo de jóvenes recuperadas nos dé más información de inteligencia sobre las condiciones de las que quedan”, acotó.

Traducido por Verónica Firme

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