Plaga del trigo avanza en África, Asia y Europa

Una granjera trabaja en un campo de trigo en Nepal. Crédito Saliendra Kharel/FAO
Una granjera trabaja en un campo de trigo en Nepal. Crédito Saliendra Kharel/FAO

La roya del trigo, una familia de enfermedades generadas por hongos que pueden arrasar con 100 por ciento de las cosechas del cereal, sigue avanzando en África, Asia y Europa, advierten dos estudios científicos realizados en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Los estudios, destacados por la revista Nature después de su publicación inicial por la danesa  Universidad de Aarhus y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), muestran la aparición de nuevas cepas de la roya amarilla y roya del tallo en diversas regiones en 2016, según informó la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).[pullquote]3[/pullquote]

Al mismo tiempo, cepas de roya conocidas se han extendido a nuevos países, confirman los estudios, lo que subraya la necesidad de una detección precoz y medidas para limitar daños mayores a la producción de trigo, en particular en la cuenca del Mediterráneo.

«Estas nuevas y agresivas razas de roya surgieron mientras estamos trabajando con socios internacionales para ayudar a los países a combatir las existentes, así que tenemos que ser rápidos y exhaustivos en la forma en que lo abordamos», manifestó Fazil Dusunceli, fitopatólogo de la FAO.

El trigo es una fuente de alimento y de medios de subsistencia para más de 1.000 millones de personas en el Sur en desarrollo, según el organismo de la ONU. África septentrional y oriental, el Cercano Oriente y Asia occidental, central y meridional – zonas vulnerables a la roya -, producen cerca de 37 por ciento del cereal en el mundo.

«Las evaluaciones preliminares son preocupantes, pero aún no queda claro el impacto total que tendrán estas nuevas razas en las distintas variedades de trigo en las regiones afectadas», dijo Dusunceli.

«Es más importante que nunca que los especialistas de las instituciones internacionales y los países productores de trigo trabajen juntos para detener estas enfermedades, lo que implica una vigilancia continua, compartir datos y crear planes de respuesta de emergencia para proteger a sus agricultores y los países vecinos», añadió.

El viento propaga rápidamente la roya del trigo a largas distancias, explica la FAO, y si no se detecta y trata a tiempo, puede convertir una cosecha sana en una pila de hojas amarillas, tallos negros y granos secos.

Los fungicidas pueden ayudar a limitar el daño, pero la detección temprana y la acción rápida son cruciales. Lo mismo sucede con las estrategias de gestión integrada a largo plazo.

Expertos examinan una parcela de investigación cerca de Izmir, Turquía, afectada por la roya amarilla del trigo. Crédito: Fazil Dusunceli/FAO
Expertos examinan una parcela de investigación cerca de Izmir, Turquía, afectada por la roya amarilla del trigo. Crédito: Fazil Dusunceli/FAO

La zona del Mediterráneo es la más afectada

En la isla italiana de Sicilia una nueva raza del patógeno de la roya del tallo – llamado TTTTF – afectó a varios miles de hectáreas de trigo duro en 2016, lo que causó el mayor brote de su tipo que Europa haya visto en décadas. La experiencia con razas similares sugiere que las variedades de trigo del pan también pueden ser susceptibles a la nueva cepa, advirtió la FAO.

TTTTF es la cepa de roya del tallo de más reciente identificación. Sin un control adecuado, advierten los investigadores, pronto podría extenderse a largas distancias a lo largo de la cuenca mediterránea y la costa adriática.

Según la FAO, varios países de África, Asia Central y Europa, por su parte, luchan contra nuevas cepas de roya amarilla nunca antes vistas en sus campos.

Además, los agricultores de la parte continental de Italia, Marruecos y algunos países escandinavos están combatiendo una raza de roya amarilla que aún no tiene nombre, mientras que Etiopía y Uzbekistán luchan contra los brotes de roya amarilla AF2012 que apareció en ambos países en 2016 y propinó un mazazo a la producción etíope, en particular.

Análisis preliminares sugieren que la nueva raza está relacionada con una familia de cepas que son agresivas y mejor adaptadas a las temperaturas elevadas que otras.

Anteriormente la AF2012 se encontraba solo en Afganistán, antes de aparecer en Etiopía en 2016, donde afectó a decenas de miles de hectáreas de trigo, agrega la FAO.

El organismo, en colaboración con sus asociados, intensifica los esfuerzos para capacitar a los expertos en roya de los países afectados para que aumenten su capacidad de detectar y manejar estas razas emergentes de roya del trigo.[related_articles]

A medida que surgen nuevas razas, las conocidas continúan propagándose

La conocida raza de roya amarilla – que apareció en el norte de Europa y Turquía hace algunos años- continuó su marcha aérea en 2016 y ahora está extendida por el territorio europeo y Asia occidental.

La cepa Digalu (TIFTTF) de la roya del tallo continúa devastando el trigo en Etiopía, mientras que la raza más conocida de la roya del tallo – la potente Ug99 – está presente en 13 países.

«Después de extenderse hacia el norte desde África oriental a Medio Oriente, Ug99 tiene el potencial de afectar muchas variedades de trigo cultivadas en todo el mundo, ya que sigue produciendo nuevas variantes. Más recientemente, se ha detectado en Egipto, uno de los productores de trigo más importantes de Medio Oriente», según la FAO.

Las conclusiones del estudio se basan en sesiones de capacitación llevadas a cabo en 2016 en colaboración entre el Centro Internacional para la Investigación Agrícola en las Zonas Áridas, la Universidad de Aarhus, el CIMMYT y la FAO.

La capacitación, que se repetirá este año en el Centro Regional de Investigación Regional de la Roya del Cereal – en Izmir, Turquía -, permitirá a los expertos reforzar sus habilidades de vigilancia y gestión, junto con encuestas y recolección de muestras para pruebas y análisis que realizará la Universidad de Aarhus.

Estos esfuerzos integran el programa mundial de la roya del trigo de la FAO, de cuatro años de duración, que facilita la colaboración regional y ofrece apoyo a distintos países que quieren aumentar su capacidad de vigilancia.

También ayuda a los países a actuar rápidamente para controlar los brotes antes de que se conviertan en epidemias y causen grave daño a la seguridad alimentaria.

Traducido por Álvaro Queiruga

 

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