Desarrollo de Bangladesh continuará con renovada confianza

Mujeres hacen fila para votar en una escuela convertida en centro de votación en Tejgaon, en Daca, Bangladesh. Crédito: Sheikh Hasan Ali/IPS
Mujeres hacen fila para votar en una escuela convertida en centro de votación en Tejgaon, en Daca, Bangladesh. Crédito: Sheikh Hasan Ali/IPS

El crecimiento económico de Bangladesh superó a la mayoría de las naciones en desarrollo, por lo que sumado al empoderamiento de las mujeres y a la recepción de refugiados promovidas por el gobierno, no sorprende que la Liga Awami (LA) haya logrado otra gran victoria electoral.

Por primera vez en la historia de este país de Asia meridional, un partido gana con un margen tan grande, al quedarse con 96 por ciento de los asientos parlamentarios en las 11 elecciones legislativas, realizadas el 30 de diciembre.

Crecimiento económico favoreció el triunfo de la Liga Awami

“El crecimiento alcanzó el histórico de 7,86 por ciento, con un ingreso por habitante de 1.751 dólares por mes, las exportaciones llegaron a 42.000 millones de dólares al año y los indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible muestran que estamos en el camino correcto”, observó el profesor Abu Ahsan  Mohammad Shamsul Arefin Siddique, ex vicerrector de la Universidad de Daca.

Según el Banco Mundial, este país registrará un aumento continuo del producto interno bruto (PIB) de entre 6,5 y siete por ciento este año gracias a exportaciones como las de la industria textil, el sector manufacturero y a los servicios.

“La gente votó por la LA para continuar con el enorme desarrollo económico y social. Y también es cierto que quienes votaron por la liga obviamente querían que el espíritu de las fuerzas de liberación continuara en el poder”, explicó el analista Munira Jan, consultado por IPS.

Liderado por Sheij Hasina, el triunfo del partido gobernante la confirmó como primera ministra por tercer mandato consecutivo.

Los últimos resultados muestran que la LA y sus aliados se quedaron con 288 asientos parlamentarios, mientras el opositor Partido Nacionalista de Bangladesh (BNP), que integra la coalición Jatiya Oikya Front (Frente de Unidad Nacional), solo mantuvo cinco.

La coalición también está integrada por Gono Forum, Jatiya Samajtantrik Dal y Nagorik Oikya.

Otros dos asientos serán ocupados por la Alianza Frente Jatiya Oikya.

El impulso al empoderamiento de las mujeres, que promueve Hasina, y que se concentra en promover la educación de las niñas y dar a las mujeres más espacios contribuyó a los cambio sociales y a la transformación económica del país.

Según el Banco Mundial, Bangladesh pasará a ser considerado un país de medianos ingresos en 2021 tras reducir de forma considerable la pobreza entre 2010 y 2016.

El gobierno también se comprometió a generar 40.000 megavatios de electricidad para alimentar el desarrollo económico.

La primera ministra también adquirió notoriedad en la comunidad internacional por dar refugio a un millón de rohinyás, perseguidos por Birmania (Myanmar).

Irregularidades electorales

Los comicios no sucedieron sin problemas, pues el BNP y sus aliados denunciaron irregularidades después de los estallidos de violencia en 23 de los más de 40.000 centros electorales, en los que murieron 16 personas.

Muchos analista, incluso, se preguntaron cómo hizo la LA para reunir tantos votos cuando su principal rival, el BNP, muy popular en anteriores elecciones, registró una derrota tan contundente.

De hecho, Reza Kibria, del Frente Jatiya Oikya, dijo a IPS: “Las llamadas elecciones fueron una farsa y un episodio vergonzoso en la historia del país. El fraude fue generalizado y dirigido de forma centralizada”.

Kibria es el hijo del asesinado Shah AMS Kibria, ministro de Finanzas del gobierno de Hasina en 1996.

“En muchos centros se supo que entre 80 y 90 por ciento de los habilitados habían votado antes del mediodía, lo que es físicamente imposible”, apuntó, pero no aportó pruebas ni detalles específicos de dichas irregularidades.

Iqbal Sobhan Chowdhury, asesor de prensa de la primera ministra y también editor del Daily Observer, dijo a IPS que los líderes del Frente Jatiya Oikya y del BNP no actuaron como fuerza política responsable ni convencieron a la población de que su alianza, si llegaba al gobierno, haría un mejor trabajo.

El triunfo no sorprendió a críticos del gobierno como Sharmin Murshid, directora general de la no gubernamental Brotee, aunque sí la sorprendió el abultado margen con el que ganó la LA.

“Cuando no hay oposición, difícilmente haya críticas saludables, y sin ellas, la política será difícil”, añadió Murshid.

Pero también señaló que con la confianza renovada del gobierno y el mandato de la población, debe investigar las irregularidades electorales para ganar mayor credibilidad.

La primera ministra declaró que la Comisión Electoral de Bangladesh investigaba las irregularidades.

Pero la comisionada Begum Kabita Janam declaró: “Como la comisión no recibió pruebas de injusticias en la votación, considera que las elecciones fueron justas”.

La Fundación de Derechos Humanos de la Asociación para la Cooperación Regional de Asia meridional y el Foro de Monitoreo Electoral, describieron los comicios como “pacíficos” y “organizados”.

El analista y general retirado Abdur Rashid dijo a IPS: “Consideramos que las elecciones fueron creíbles porque la gente votó sin miedo y de forma independiente. Durante los comicios, observamos que el ambiente estuvo en paz en la mayoría de los centros en los que la gente votó con ánimo festivo”.[related_articles]

Al ser consultado sobre por qué un triunfo tan abultado, Rashid explicó: “Hay que reconocer que la LA restableció la dignidad y la identidad de la nueva generación con el espíritu de la liberación (de 1971)”.

“En cambio, los líderes del BNP lanzaron una propaganda contra las fuerzas de liberación tratando de dividir al país. Esa es una de las principales razones de por qué la LA recibió ese apoyo enorme, a parte del trabajo en materia de desarrollo, por supuesto”.

Gran participación de la ciudadanía  

En un país de 160 millones de habitantes, hubo 106 millones de habilitados para votar, entre los cuales hubo 20 millones de jóvenes que votaban por primera vez.

Hubo 25.900 representantes de 81 entidades observadores, 38 extranjeras, 64 funcionarios y diplomáticos de misiones extranjeras, y 61 bangladesíes residentes en el exterior presentes, aunque fueron menos observadores que en anteriores elecciones.

También hubo un gran despliegue de seguridad con 700.000 efectivos en funciones.

“Nunca vi un número tan grande de soldados en los alrededores de los centros de votación”, observó Mohammed Zakir Hossain, de 73 años, y quien vota desde 1970.

Según el profesor Nazmul Ahsan Kalimullah, fundador del Consejo Nacional de Observación Electoral, la gran seguridad hizo que fuera: “muy difícil de hacer fraude”.

“El movimiento de la población quedó restringido, pues solo los votantes con carné de identidad válido podían acercarse a los centros de votación, y se vio que la policía controlaba los movimientos sospechosos, mientras el ejército patrullaba en posición de combate”, añadió al ser consultado por IPS.

Kalimullah consideró que fueron elecciones libres y justas.

A escala internacional, entre los primeros en saludar a Hasina se destacan el primer ministro de India, Narendra Modi, el presidente de China, Xi Jinping, y su par ruso Vladimir Putin.

Traducción: Verónica Firme

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