Conflicto de Siria cumple nueve años con 11 millones de refugiados

En la ciudad de Madaya, Siria, integrantes de la comunidad ayudan a descargar y distribuir la asistencia humanitaria. Crédito: WFP/Hussam Al Saleh.
En la ciudad de Madaya, Siria, integrantes de la comunidad ayudan a descargar y distribuir la asistencia humanitaria. Crédito: WFP/Hussam Al Saleh.

Suena la campana y los pasillos se llenan de ruidos, de conversaciones y de mucha emoción a medida que cientos de niñas y niños sirios corren al patio polvoriento de la escuela durante el recreo. Me uno para jugar al fútbol, pero el juego se vuelve una ronda de preguntas.

“¿Cómo te llamas? ¿Hablas árabe? ¿De dónde eres?¿Hinchas por Barcelona, el Madrid o el Manchester? ¿Juegas al PokemonGo?”

¿De dónde soy? De Bélgica, pero sé que si le hago esa misma pregunta a algunos de los niños, sus respuestas no serán tan simples.

Este viernes 15 es el nueve aniversario del inicio de la crisis en Siria y, con un promedio de nueve años, muchos de los niños refugiados con los que hablé apenas tienen recuerdos de cómo era su vida en su país de origen. Algunos incluso no recordarán nada de su tierra natal.

“Tengo 693 niños en la mañana y 836 en la tarde”, relató M. Samia, director de la escuela de Abra, en la gobernación de Saida, en el sur de Líbano. Él y su equipo explicaron que en este país, las escuelas tienen un primer turno en la mañana para los alumnos libaneses, y otro en la tarde para los refugiados sirios.

“Estamos muy orgullosos de ser una de las escuelas que trabaja con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Ministerio de Educación en el programa de colaciones escolares”, destacó.

Todos los días, los niños reciben un refrigerio saludable como nueces o fruta y algo de leche. En total, el programa atendió a casi 1,5 millones de niñas y niños en Siria, Jordania, Líbano y Egipto en 2018.

Para la mayoría de nosotros es difícil comprender cómo se siente el desarraigo causado por un conflicto. Escapar de balas y bombas y dejar una vida, una casa, un empleo, una familia, amigos, la escuela…

Se estima que más de 11 millones de sirios tuvieron que dejar su país desde el inicio del conflicto, en 2011. Algunos huyeron a Europa, pero muchos, más de 5,6 millones de personas, fueron registradas por la Organización de las Naciones Unidas en lo que se llama la región Siria+5, que incluye a Turquía, Jordania, Líbano, Iraq y Egipto.

Además, más de seis millones de personas siguen desplazadas dentro del territorio sirio.

El conflicto sirio sigue generando la mayor crisis de refugiados del mundo, y el PMA y sus socios están decididos a apoyarlos en el país en el que se encuentren.

En Siria, el PMA atiende a 3,5 millones de personas por mes. En los países de la región+5, son 3,3 millones de refugiados, los que reciben asistencia alimentaria, además de transferencias de dinero en efectivo.

La mayoría de los refugiados en los países vecinos no viven en campamentos de refugiados formales, sino que están distribuidos en pueblos y ciudades.

Las transferencias de efectivo, con lo que pueden elegir qué comer, inyectó unos 2.000 millones de dólares a las economías locales de Turquía, Líbano, Iraq, Jordania, Egipto y Siria desde 2012.[related_articles]

En Turquía, con más de 3,7 millones de refugiados sirios, el PMA y sus socios ayudan a familias de refugiados que viven afuera de los campamentos con tarjetas de débito que se cargan todos los meses, como parte del programa Red de Protección Social de Emergencia (ESSN, en inglés).

El ESSN permitió reducir a la mitad el número de padres que sacan a sus hijos de la escuela y evitar que muchos recortaran el número de comidas diarias.

Después de tanto tiempo, muchos refugiados sirios quieren volver a su país y dejar de deambular por tierras, lenguas y culturas desconocidas. En esos casos, la posibilidad de retorno o reubicación debe ser voluntaria, segura, digna y bien informada y de acuerdo a estándares mínimos de seguridad.

Pero muchas de las personas que quieren regresar, no tienen más casa ni empleo al que volver, ni los medios para alimentar y educar a sus hijos.

El retorno de ciudadanos sirios a su país o a sus comunidades de origen requiere apoyo, y ellos necesitan trabajar. El desempleo se ubica en 50 por ciento en total y llega a 80 por ciento entre los más jóvenes.

El PMA ayuda a los sirios a producir sus propios alimentos y a generar ingresos en áreas que son seguras y tienen mercados funcionando. Pero se necesita más. Debemos recuperar la economía.

Mientras, debemos mantener la asistencia alimentaria vital de la que dependen millones de sirios y sirias en situación vulnerable. Para ello, el PMA necesita otros 116 millones de dólares desde ahora hasta junio de 2019.

En cuanto a mis amigos de la escuela Abra, espero que puedan continuar con su educación para que un día puedan desarrollar todo su potencial. Espero que puedan superar todo el sufrimiento que han experimentado.

Y espero que algún día, no muy lejano, puedan conocer su país y así, cuando alguien les pregunte de dónde son, tengan una respuesta simple para dar.

* La tercera Conferencia de Bruselas, “Apoyar el Futuro de Siria y su Región”, terminó este jueves 14.

Traducción: Verónica Firme

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