Nuevo llamado a parar las muertes infantiles en los conflictos

Una familia palestina en una calle del norte de Gaza. Según un nuevo informe de Save the Children, 72 por ciento de las muertes y lesiones infantiles en las zonas de conflicto más letales del mundo son causadas por minas terrestres, ataques aéreos y otras agresiones con explosivos. Crédito: Mohammed Omer / IPS
Una familia palestina en una calle del norte de Gaza. Según un nuevo informe de Save the Children, 72 por ciento de las muertes y lesiones infantiles en las zonas de conflicto más letales del mundo son causadas por minas terrestres, ataques aéreos y otras agresiones con explosivos. Crédito: Mohammed Omer / IPS

Demasiados niños están muriendo víctimas de las armas explosivas, y la comunidad internacional debe actuar para proteger y declarar a la población infantil fuera de los ámbitos de la guerra, exhorta una organización especializada en la infancia.

Save the Children documentó en el informe “No a la guerra contra la infancia” el costo devastador que los conflictos armados tienen para los niños, tanto física como psicológicamente, y exhorta ahora a obtener más recursos y un compromiso político para proteger a los niños.

La organización lanzó el 16 de este mes en La Haya una campaña internacional con ese fin, bajo el mismo nombre del informe, que tiene como principales protagonistas a Holanda y Gran Bretaña, además de un primer manual sobre el tratamiento de heridas por explosivos.

«El derecho internacional deja en claro que todos tienen la responsabilidad de garantizar que los niños estén protegidos en la guerra. Sin embargo, las armas explosivas siguen matando, mutilando y aterrorizando a miles de niños cada año», dijo la directora general de Save the Children International, la danesa Helle Thorning-Schmidt.

«Todas las partes en conflicto, desde los grupos armados hasta los gobiernos, deben hacer más para proteger a los niños y cumplir con este importante principio moral para proteger a los niños», agregó.

«Estamos pidiendo a los gobiernos que se adhieran a las leyes y normas humanitarias y a las disposiciones de derechos humanos que existen para proteger a los niños. Hemos subestimado el daño causado a los niños por armas explosivas en áreas urbanas densamente pobladas”, se hizo eco Kevin Watkins, directora general de Save the Children Gran Bretaña.

Según el informe,  72 por ciento de las muertes y lesiones infantiles en las zonas de conflicto más letales del mundo son causadas por minas terrestres, ordenanzas sin explotar, ataques aéreos y otros explosivos.

De hecho, los niños tienen siete veces más probabilidades de morir a causa de las explosiones que los adultos civiles involucrados en los conflictos.

En Afganistán, las armas explosivas fueron la causa de la muerte en 84 por ciento de las muertes de niños en conflictos durante un período de dos años, en comparación con 56 por ciento de las muertes de adultos civiles.

En Gaza, en 2014, todas las muertes infantiles reportadas fueron el resultado de armas explosivas.

Justo en la misma semana que se lanzó la campaña encabezada por Save the Childre,  los ataques aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudita en Sana, la capital de Yemen,  mataron a cuatro niños.

Los niños también son 50 por ciento más propensos a ser víctimas de una explosión causada por una mina antipersonal después de que los conflictos han terminado, cuando finalmente pueden salir y jugar nuevamente al aire libre.

Mahmoud, un niño de 12 años de Gaza, estaba jugando en la calle cuando fue alcanzado por un arma explosiva y perdió el ojo.

«Escuché una explosión y sentí que algo entraba en mi ojo. Me toqué el ojo y comencé a correr. Sentí que la sangre se derramaba», dijo a Save the Children.

Estas experiencias no solo dejan una cicatriz emocional, sino que los niños lesionados son también más propensos que los adultos a sufrir daños internos más complejos, ya que sus cráneos y músculos brindan menos protección al cerebro y otros órganos `por estar menos desarrollados.

Por ejemplo, la diferente composición de los huesos y tejidos de los niños significa que las extremidades amputadas deben manejarse con cuidado. Los huesos continúan creciendo a medida que el niño lo hace, por lo que las heridas deben ser atendidas regularmente y el hueso arreglado.

Sin el cuidado o el conocimiento necesario, los niños vivirán con consecuencias de por vida, señaló el ex director general de los Servicios Médicos del Ejército Británico y miembro de la Sociedad Pediátrica de Heridas de Explosivos, el mayor general Michael von Bertele.

«La triste realidad es que la mayoría de los médicos no han sido entrenados para tratar a niños lesionados por explosiones. Casi todos los libros de texto y procedimientos que tenemos se basan en investigaciones sobre soldados heridos, que suelen ser adultos en forma», dijo Von Bertele.

«Sabemos que los cuerpos de los niños son diferentes. No son solo adultos pequeños… (Sin conocimiento altamente especializado), los niños se quedan con discapacidades aún peores y, a menudo, con un dolor crónico que no se puede tratar», agregó.

Por ejemplo, Hassouni, un niño iraquí de 9 años, resultó gravemente herido por un coche bomba cuando la metralla penetró en su cráneo. Una de sus manos estaba paralizada y Hassouni vive con un dolor constante.

El gerente médico de Siria Relief,  Malik Nedam Al Deen, realizó comentarios similares a los demás especialistas. «Durante más de ocho años, hemos visto a niños morir en la mesa de operaciones debido a heridas que los adultos han sobrevivido. La tragedia es que estas muertes podrían haberse evitado con entrenamiento básico», dijo el médico.

Ahora, PBIP, una coalición de médicos y especialistas fundada por Save the Children, ha desarrollado la primera guía del mundo para ayudar a los médicos a tratar y salvar más vidas de niños.

Proporciona conocimientos y tratamientos específicos para niños dirigidos a aquellos que han sufrido lesiones por explosiones derivadas de los conflictos.

«En una zona de guerra, estás mentalmente preparado para los adultos. Esperas tratar a soldados heridos, e incluso a adultos civiles. Pero las vistas y los sonidos de un niño destrozado por las bombas son otra cosa», dijo el autor principal del Manual, Paul Reavley.

«Hasta este manual, realmente no ha habido nada para preparar a los médicos para lidiar con el horror de los niños heridos por explosiones. Por primera vez, aborda los desafíos psicológicos y físicos. No es solo una guía de procedimientos prácticos. «Es una muleta emocional crucial», agregó.

Este mes de mayo, la organización asociada a Save the Children, Syria Relief, comenzó a distribuir el manual a las unidades de emergencia en todo el noroeste sirio, incluidas las ciudades de  Idlib y Alepo. La guía se distribuirá posteriormente a otras zonas de conflicto como Afganistán y Yemen.

«Este manual está diseñado para cualquier persona con un título médico y un bisturí. Estoy entusiasmado de que esto vaya a los médicos en Siria. Es una solución simple que sin duda salvará vidas», dijo Al Deen,  coautor de la guía.

En el lanzamiento en La Haya del manual y la campaña #Noalaguerracontralainfancia participó la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet.

Este manual es un paso práctico que salvará innumerables vidas. Pero la prevención es la mejor opción. Incluso en la guerra, los niños tienen derecho a la protección», dijo Watkins, de Save the Children Gran Bretaña..

En el acto de La Haya se difundió además el proyecto de un estatuto de 10 puntos destinado a garantizar que las partes  en conflicto  cumplan las leyes y normas internacionales, incluida la suspensión de la venta de armas donde exista el riesgo de matar o herir a niños.

Además, se solicita que los agresores se responsabilicen de sus ataques a los niños y que estas víctimas reciban la asistencia práctica necesaria.

T: MF

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