Cuba busca blindar frente externo ante incremento de embargo de EEUU

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel (D), y el primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev, pasan revista a la guardia de honor el 3 de octubre, durante la primera jornada de una visita oficial de dos días del político ruso a La Habana. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel (D), y el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvedev, pasan revista a la guardia de honor el 3 de octubre, durante la primera jornada de una visita oficial de dos días del político ruso a La Habana. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS

El gobierno de Cuba intensifica su estrategia de fortalecer su frente externo en un escenario de recrudecimiento del embargo estadounidense, para el que espera una nueva condena cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas analice el tema en noviembre.

Tras una breve y sorpresiva visita a México el día 18 para un encuentro privado con su par Andrés Manuel López Obrador, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, inició el día 20 una gira internacional de 10 días  que incluye a Irlanda, Belarús,  Azerbayán – donde asistirá a la VIII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, el 25 y el 26- y Rusia.

Esa cumbre del Movimiento al que Cuba integra desde su fundación en 1961, incluirá entre sus documentos la condena al embargo que Washington mantiene contra Cuba desde ese mismo año. El gobierno de Donald Trump añadió este año nuevas sanciones y medidas encaminadas a impedir ingresos monetarios y el traslado hacia la isla caribeña del petróleo importado.

A falta de mayores informes oficiales sobre el encuentro presidencial en México, medios periodísticos destacaron que las delegaciones acompañantes incluyeron, entre otros, a la secretaria (ministra) mexicana de Energía, Rocío Nahle, y a los ministros cubanos de Energía y Minas, Raúl García y Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca.

Las fuentes mexicanas de prensa también reseñaron que según funcionarios gubernamentales, la administración mexicana tiene claro que una de las demandas más importantes en Cuba es la provisión de energía a precios accesibles y con suficiencia.

Cuba cubre cerca de 50 por ciento de su consumo de combustibles con producción interna y el resto lo importa, fundamentalmente de Venezuela. En los años 90 dependía casi del todo del crudo proveniente de la Unión Soviética, cuya desintegración en 1991 privó a La Habana de esos suministros.

Luego de varios años de distanciamiento, Moscú y la Habana recompusieron sus relaciones políticas, comerciales y económicas.  El intercambio comercial que se mantuvo en alrededor de 200 millones de dólares anuales entre 2013 y 2016, subió en 2018 a 451 millones de dólares y situó a Rusia en el séptimo lugar entre los socios externos de este país insular caribeño.

El viaje de Díaz-Canel a la Federación de Rusia es observado con atención, pues tanto Moscú como La Habana coinciden en calificar de estratégica la relación bilateral, reforzada con la firma de ocho nuevos acuerdos suscritos durante la visita, el 3 y 4 de octubre, del primer ministro ruso, Dmitri Medvedev.

Los convenios abarcan las ramas del transporte, en especial el automotor y el ferroviario y el energético, entre otros sectores mayormente impactados por el bloqueo estadounidense, que entre abril de 2018 y marzo de 2019 causó perjuicios por más de 4.300 millones de dólares, de acuerdo a informes oficiales cubanos.

Es posible que el presidente ruso, Vladimir Putin, aproveche la estancia de Díaz-Canel en Moscú para poner fecha a la invitación oficial de visitar Cuba.  Sería su tercer viaje a La Habana, donde estuvo en 2000 y 2014.

El ministro de Asuntos Exteriores de España en funciones, Josep Borrell (D), y su anfitrión, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, durante una rueda de prensa en La Habana, el 16 de octubre. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS
El ministro de Asuntos Exteriores de España en funciones, Josep Borrell (D), y su anfitrión, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, durante una rueda de prensa en La Habana, el 16 de octubre. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS

El rey de España, Felipe VI, cumplirá la pendiente visita al país inmediatamente después de las elecciones legislativas del 10 de noviembre en la nación europea, según indicó en la propia capital cubana el ministro de Asuntos Exteriores español en funciones, Josep Borrell, el día 16.

El gobierno cubano estaría encantado de recibir a Felipe VI y su esposa Letizia durante la celebración, el 16 de noviembre, del quinto centenario de La Habana, pero según trascendidos en Madrid, ese interés no sería recíproco.  Aún se desconoce si el gobierno cubano ha cursado o cursará invitaciones a gobiernos extranjeros por la efeméride.

Para el sector empresarial español, con unas 300 firmas asentadas en la isla, esa visita representaría un fuerte respaldo ante el riesgo de verse afectados por el Título III de la Ley de embargo Helms Burton, que permite las demandas en tribunales estadounidenses contra empresas que se benefician de propiedades nacionalizadas tras la Revolución de 1959.

Al respecto, Borrell, quien en breve dejará el cargo para asumir como alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), dejó el mensaje de que todo el bloque trabajará para obstaculizar esa aplicación extraterritorial de la Helms Burton, llamada así por sus patrocinadores.

Tres días antes de viajar Díaz-Canel a México, el vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa, y varios ministros hicieron público un paquete de medidas que debatidas dentro del gobierno desde hacía tiempo para captar divisas libremente convertibles, fundamentalmente proveniente de remesas, mediante el comercio electrónico de electrodomésticos y otros bienes.

De acuerdo al plan, toda persona interesada puede desde el lunes 21 obtener una tarjeta magnética para depositar directamente o desde el exterior monedas libremente convertibles (dólares, euros y pesos mexicanos, entre otras) con las que podrá hacer sus compras en centros comerciales minoristas que se abrirán hacia fines de octubre.

Clientes hacen fila en el exterior de una de las sucursales del Banco Metropolitano, en La Habana. Desde el lunes 21 entraron en vigor en Cuba las medidas que permiten abrir cuentas en divisas para adquirir electrodomésticos en tiendas minoristas que comenzarán a funcionar este mismo mes. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS
Clientes hacen fila en el exterior de una de las sucursales del Banco Metropolitano, en La Habana. Desde el lunes 21 entraron en vigor en Cuba las medidas que permiten tener depósitos en divisas  para adquirir electrodomésticos en tiendas minoristas que comenzarán a funcionar este mismo mes. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS

“Es una alternativa positiva, que permite comprar esos productos con un servicio de postventa incluido y un precio menor que el que tenían en el mercado negro nacional”, comentó a IPS el trabajador de telecomunicaciones Ramón Santos. Ese mercado subterráneo se nutre de personas que traen productos desde el exterior para el consumo interno.

A su juicio, “el Estado se beneficia atrayendo divisa extranjera que puede utilizar para incrementar las importaciones. Faltan muchas medidas como estas, pero ya rompimos la inercia”.[related_articles]

Vladimir Barrios, residente en Bejucal, uno de los ocho municipios de Mayabeque, provincia aledaña a La Habana, viaja cada dos o tres meses a Cancún para comprar electrodomésticos que luego vende. “No podré competir con el Estado”, dijo a IPS. El hombre ya estudia el mercado interno para priorizar otro tipo de artículos.

La administración Trump restringió en abril las remesas a la isla a solo 1000 dólares cada tres meses, frente a los envíos sin límites que había establecido el gobierno antecesor de Barack Obama (2009-2017), pero aún no hay datos sobre el impacto de tal medida.

Una encuesta realizada en 2016 por el Centro de Estudios de la Población de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, arrojó que de forma permanente o temporal, 77 por ciento de las personas emigradas envía algún tipo de ayuda a sus familias y amistades en este país de 11,2 millones de habitantes.

Ese apoyo lo recibe 32 por ciento de los cubanos que residen en el país, con vínculos familiares o de otro tipo con los emigrados en el exterior, fundamentalmente, de envío de medicamentos o dinero e, incluso, la acogida de familiares por cierto tiempo para su cuidado, como nietos u otros parientes.

Edición: Estrella Gutiérrez

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