La ONU pide ayuda ante la “devastación” causada por la covid

Niño trabajando en campo como muestra de la necesidad por la solidaridad mundial en la pandemia.
Niño en faenas agrícolas en un campo de Turquía. El ámbito rural concentra 70 por ciento del trabajo infantil en el mundo, que puede incrementarse como uno de los impactos de la pandemia covid-19, ante la cual la ONU pide con urgencia más solidaridad. Foto: Kamuran Feyizoglu/Unicef

Cuatro agencias de las Naciones Unidas lanzaron un nuevo llamado a la solidaridad internacional para enfrentar el impacto de la pandemia covid-19 sobre los grupos más vulnerables del planeta, en los campos de la salud, el trabajo y la alimentación.

El trastorno causado por al covid ha sido “devastador” y “ahora es el momento de la solidaridad y el apoyo mundial, especialmente con los más vulnerables de nuestras sociedades, particularmente en el mundo emergente y en desarrollo”, asentó el texto difundido este miércoles 14 en las sedes de la ONU.

La declaración fue producida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (Fida).

Calificaron como “devastador” el trastorno económico y social causado por la pandemia, con más de un millón de muertos, millones de enfermos, decenas de millones de personas en riesgo de caer en el desempleo y la pobreza extrema, y un aumento sin precedentes de la desnutrición.

El número de personas desnutridas, que actualmente se estima en casi 690 millones, podría aumentar en 132 millones para el final del año.

Casi la mitad de los 3300 millones de trabajadores del mundo corren el riesgo de perder sus medios de vida, y aquellos que se desempeñan en la economía informal son más vulnerables porque la mayoría carece de protección social y atención de salud.

“Sin los medios para obtener ingresos durante los encierros, muchos no pueden alimentar a sus familias. No tener ingresos significa no comer o, en el mejor de los casos, menos alimentos o comida menos nutritiva”, indicó el texto.

Los cierres de fronteras, las restricciones comerciales y las medidas de confinamiento han impedido que muchos agricultores accedan a los mercados, incluso para comprar insumos y vender sus productos, y así se han interrumpido las cadenas de suministro de alimentos.

“A medida que las cabezas de familia pierden sus trabajos, enferman y mueren, la seguridad alimentaria y la nutrición de millones de mujeres y hombres se ven amenazadas”, sobre todo en los países de bajos ingresos y, dentro de ellos, grupos vulnerables como pequeños agricultores e indígenas.

Millones de trabajadores agrícolas, asalariados y autónomos, regularmente enfrentados a altos niveles de pobreza laboral, cuando experimentan pérdidas de ingresos pueden recurrir a estrategias de supervivencia negativas, como la venta de activos por situaciones de emergencia, los préstamos abusivos o el trabajo infantil.

El Fida estima que 63 por ciento de las personas pobres del mundo trabajan en la agricultura, y esas labores también  registran 70 por ciento del trabajo infantil.

Las cuatro agencias pidieron “acciones inmediatas y decididas para salvar vidas y medios de subsistencia”, como extender la protección social hacia la cobertura universal de salud y medidas de apoyo a los ingresos para los más afectados.

En las medidas de apoyo incluyeron las transferencias de efectivo, asignaciones por hijos y las comidas escolares saludables, iniciativas de ayuda alimentaria y de refugio, apoyo para la retención y recuperación del empleo, y la ayuda financiera para las empresas, incluidas las micro, pequeñas y medianas.

“Millones de empresas se enfrentan a una amenaza existencial”  bajo el impacto de la pandemia, y por ello las agencias de la ONU recomendaron que los gobiernos implementen medidas en estrecha colaboración con trabajadores y empleadores.

En ese marco, el director de la OIT, Guy Ryder, elogió el reciente compromiso de los países del grupo  Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) para prestar más apoyo a las empresas y fomentar mercados de trabajo más inclusivos, atendiendo a los trabajadores con mayor riesgo, como las mujeres, jóvenes y los de más edad.

Al yuxtaponerse las crisis sanitaria y alimentaria, la declaración pide dar prioridad a los desafíos subyacentes de la seguridad alimentaria y la desnutrición, a la pobreza rural, a universalizar la protección social y a facilitar vías migratorias seguras.

Finalmente, señalaron que junto con promover la formalización de la economía informal se preste atención a la degradación ambiental y al cambio climático, para proteger la nutrición, la seguridad alimentaria, la salud y los medios de vida de todos.

A-E/HM

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