Regresa La Niña para esparcir lluvias y sequías

Advertencia de la OMM augura lluvias y sequías en el mundo.
El fenómeno La Niña puede aumentar la intensidad de los huracanes que se abaten sobre el Caribe y América Central, castigando con fuertes lluvias e inundaciones a sus sectores más vulnerables. Foto: Logan Abassi/Minustah

El fenómeno La Niña, que modifica la atmósfera sobre el océano Pacífico, ya se instaló y amenaza con cambiar los regímenes de lluvias y sequías en varios continentes, incluidas fuertes precipitaciones en el norte de Sudamérica, advirtió este jueves 29 la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

La Niña produce un enfriamiento a gran escala de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical, a saber, los vientos, la presión y las precipitaciones, con impacto sobre varias regiones del planeta.

“Todos los fenómenos climáticos naturales se producen actualmente en un contexto de cambio climático que es producto de la actividad humana, que está exacerbando las condiciones meteorológicas extremas y que está afectando el ciclo del agua”, dijo el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.[pullquote]3[/pullquote]

Los efectos de La Niña sobre el tiempo y el clima son contrarios a los de El Niño, con el cual se alterna y es una fase de calentamiento del aire sobre el Pacífico.

La Niña probablemente persistirá durante el primer trimestre de 2021 y en gran parte del norte de América del Sur puede traer fuertes lluvias, por encima de lo normal, mientras que hacia el sur las lluvias pueden ser menores de lo habitual.

En América del Norte también pueden incrementarse las lluvias con frecuencia e intensidad superiores a los promedios, y en el área del Caribe La Niña puede contribuir a aumentar la intensidad de la temporada de huracanes, que ya ha sido bastante activa a lo largo de 2020.

En cambio en África oriental el episodio de La Niña de este año coincide con la temporada de lluvias y de siembra, que según los pronósticos será más seca de lo habitual, lo que sumado a la invasión de la plaga de langostas del desierto puede agravar los problemas de seguridad alimentaria en la región.

Por contraste, es posible que el fenómeno incremente las lluvias en África del sur y reduzca la intensidad de los ciclones en las costas africanas del Índico sudoccidental, aunque la OMM prevé una nueva apreciación del fenómeno en noviembre.

En Asia, el fenómeno esparce condiciones variadas: menos lluvia en el Levante y Asia central, más precipitaciones en el sur de Asia meridional, más sequía al norte de la subregión, y acompañamiento de la estación húmeda en el sureste asiático,

Entre los países del Pacífico, probablemente habrá más sequía en los de la zona central y oriental, y más precipitaciones en los ubicados al suroeste del océano.

Se espera que el fenómeno sea de moderado a intenso este año. El último episodio intenso fue en 2010-2011, seguido de uno moderado en 2011-2012, y no hay dos episodios de El Niño o de La Niña que sean iguales.

La Niña “tiene típicamente un efecto de enfriamiento de las temperaturas globales, pero este enfriamiento queda más que compensado por el calor atrapado en nuestra atmósfera por los gases de efecto invernadero”, dijo Taalas.

Por lo tanto, “2020 sigue en camino de ser uno de los años más cálidos de los que se tiene registro, y se prevé que el período 2016-2020 sea el quinquenio más cálido desde que se iniciaron los registros”, advirtió el responsable.

La OMM indicó que hay 90 por ciento de probabilidades de que La Niña se mantenga hasta finales de 2020, y 55 por ciento de probabilidad de que se extienda durante el primer trimestre del año próximo.

A-E/HM

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