Cuatro países están amenazados de hambruna

El hambre y también la sed, producto de sequías, conflictos y pobreza, entre otros males, castigan a los habitantes de docenas de países, como estos niños en un campo de Burkina Faso. Foto: H. Caux/Acnur
El hambre y también la sed, producto de sequías, conflictos y pobreza, entre otros males, castigan a los habitantes de docenas de países, como estos niños en un campo de Burkina Faso. Foto: H. Caux/Acnur

Yemen y tres países africanos, Burkina Faso, Sudán del Sur y la región noreste de Nigeria, pueden caer en breve en situación de hambruna, alertaron este viernes 6 el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

“Una combinación nociva de conflictos, recesión económica, fenómenos climáticos extremos y la pandemia de la enfermedad por coronavirus, está llevando a las personas a una fase de emergencia de la inseguridad alimentaria”, describió el reporte del PMA y la FAO.

En la región del Sahel, la franja semiárida que cruza África de oeste a este y separa el desierto del Sahara de la zona de sabanas y bosques en el centro del continente, se padecen conflictos armados protagonizados por grupos de milicias islamistas y las fuerzas gubernamentales e internacionales que los combaten.

Esos conflictos fuerzan el desplazamiento de centenares de miles de personas de sus lugares de origen –a veces atravesando fronteras nacionales- y agravan la situación de inseguridad alimentaria padecida como consecuencia de sequías, pobreza económica y condiciones de salud y salubridad muy precarias.[pullquote]3[/pullquote]

En Burkina Faso, un país del Sahel con cerca de 20 millones de habitantes, se calcula que hay 2,8 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria, tres veces la cifra de 2019.

En el noreste de Nigeria, una zona de unos 13 millones de habitantes y donde actúan grupos islamistas como Boko Haram, las agencias de la ONU han calculado que unos 10 millones de personas podrían necesitar algún tipo de ayuda humanitaria.

Sudán del Sur está enzarzado en conflictos políticos marcados por la violencia, y en Yemen, al suroeste de la península arábica, existe una guerra civil entre facciones respaldadas respectivamente por Irán y una coalición que lidera Arabia Saudita.

En ambos países y territorios vecinos ha incursionado la plaga langosta del desierto, y en Yemen además hubo este año lluvias e inundaciones sorpresivas.

El informe FAO-PMA indicó que los cuatro países señalados “no son los únicos que están alcanzando niveles máximos de inseguridad alimentaria aguda”, pues ese riesgo existe en territorios de otras 16 naciones.

En la República Democrática del Congo, de 100 millones de habitantes, se estima que hay actualmente 22 millones de personas en situación de grave inseguridad alimentaria, la cifra más alta jamás registrada en un solo país.

“Este informe es un claro llamamiento a actuar con urgencia”, dijo Dominique Burgeon, director de Emergencias y Resiliencia de la FAO, “con medidas que pueden adoptarse ahora para evitar una emergencia grave, o una serie de emergencias, en un plazo de tres a seis meses a partir de hoy”.

Los organismos sostienen que la evolución de la situación en los países de mayor riesgo dependerá de la dinámica de los conflictos, el comportamiento de las lluvias y las cosechas, “los innumerables efectos de la pandemia” y la disposición de los donantes a seguir financiando las operaciones humanitarias.

Margot van der Velden, directora de Emergencias del PMA, dijo que “nos encontramos en un punto de inflexión con consecuencias catastróficas. Una vez más, nos enfrentamos al riesgo de hambruna en cuatro partes diferentes del mundo al mismo tiempo”.

“Cuando declaramos una situación de hambruna significa que ya se han perdido muchas vidas. Si esperamos a averiguarlo con certeza, la gente ya está muerta», agregó.

Recordó el caso de Somalia en 2011, que sufrió una hambruna que mató a 260 000 personas. La situación de hambruna fue declarada en julio, pero la mayoría de las personas había muerto en mayo “y no podemos permitir que vuelva a suceder. Actuamos de forma urgente hoy o tendremos una pérdida de vidas mañana”.

El Programa Mundial de Alimentos fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz 2020 por su contribución a la paz con auxilios a las poblaciones que padecen hambre en medio de conflictos armados.

A-E/HM

 

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