África pierde oportunidades al no procesar sus anacardos

Trabajadores en una instalación de limpieza del anacardo, una nuez que mejor procesada puede incrementar los ingresos de tres millones de familias en varios de los países más pobres de África. Foto: Renate Wefers/Unctad
Trabajadores en una instalación de limpieza del anacardo, una nuez que mejor procesada puede incrementar los ingresos de tres millones de familias en varios de los países más pobres de África. Foto: Renate Wefers/Unctad

El continente africano cultiva más de la mitad de los deliciosos anacardos que consume el mundo, pero por no procesarlos pierde ingresos en el viaje de la nuez del árbol a la tienda, destacó un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), divulgado este jueves 15.

Miho Shirotori, directora de negociaciones en la Unctad, dijo que “los agricultores, exportadores y trabajadores africanos están perdiendo una gran cantidad de oportunidades”, con menos dinero para las economías locales y menor remuneración para los trabajadores, debido a la exportación del producto sin procesar.

El anacardo (Anacardium occidentale), es una nuez originaria del norte de Brasil y las Guayanas, repleta de minerales y nutrientes, conocida con nombres como cajú, merey, marañón o nuez de la India, profusamente empleada como snack, ingrediente de comidas –sobre todo en Asia-, postres, chocolates, galletas y helados.

En el mundo se producen más de 4000 toneladas anuales de esas nueces, su comercio internacional se duplicó con creces entre 2000 y 2018, cuando alcanzó 2100 toneladas según la Unctad, y los productores africanos, encabezados por Costa de Marfil, representaron casi dos tercios de ese crecimiento.

“Pero los países que cultivan anacardos y no los procesan a una escala significativa retienen solo una pequeña parte del valor creado cuando la nuez viaja de la granja a la tienda”, dijo Shirotori, y los agricultores y exportadores obtienen solo una fracción  del precio minorista final.

Los anacardos prosperan en los climas tropicales de 20 naciones de África occidental y oriental, donde se cultiva 90 por ciento de los anacardos crudos que se comercializan en el mercado mundial. Detrás de Costa de Marfil, los principales productores son Tanzania, Nigeria, Benín, Guinea-Bissau, Mozambique y Ghana.

Pero menos de 15 por ciento de las nueces del continente se descascaran en suelo africano. El resto se exporta principalmente a Asia, donde se descascara 85 por ciento de los anacardos del mundo, lo que agrega valor al producto.

Solo dos naciones asiáticas, India y Vietnam, representaron casi 98 por ciento de las importaciones mundiales de anacardos crudos entre 2014 y 2018.

Se agrega aún más valor en Europa y América del Norte, donde 60 por ciento de los granos comercializados se tuestan, salan, empaquetan y consumen como bocadillo o ingrediente en una bebida, en barra u otro producto.

India, América del Norte, Europa continental y Australia están entre los mayores consumidores de anacardos como snacks, o de elaboraciones que los contienen.

Aunque es un desafío calcular cuánto pierden los africanos, el informe de la Unctad proporciona cálculos indicativos: en 2018, por ejemplo, el precio de exportación de los anacardos de la India a la Unión Europea fue 3,5 veces más alto que lo que se pagó a los agricultores en Costa de Marfil, una diferencia de 250 por ciento.

Y después del procesamiento secundario en la UE, el precio de las nueces fue 2,5 veces más alto que cuando se exportaron desde la India, y alrededor de 8,5 veces más que cuando salieron de la granja marfileña.

El informe, publicado en la sede de la Unctad en esta ciudad suiza, destaca el potencial de los anacardos para contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por las Naciones Unidas, en particular el ODS 1, reducción de la pobreza.

“Dado que la producción generalmente se lleva a cabo en pequeñas propiedades en áreas rurales, existe un vínculo directo entre el valor agregado en el sector del anacardo y el logro de la reducción de la pobreza”, asentó el reporte.

Los anacardos son una fuente de ingresos para aproximadamente tres millones de pequeños productores rurales de África, y aunque su potencial de reducción de la pobreza es mayor en ese continente, también es válido para las otras naciones donde se cultiva, en Asia y América Latina y el Caribe.

El informe recordó que “los 46 países que producen anacardos en una escala significativa son economías en desarrollo”, y 18 de ellas están clasificadas como “países menos adelantados (PMA)”.

Una docena de los otros países que cultivan la nuez son asiáticos (cuatro son PMA), que representan 43 por ciento de la producción mundial, y 14 se encuentran en la región de América Latina y el Caribe, que produce cinco por ciento de la oferta.

Para mejorar los ingresos de los productores de anacardos, el informe recomienda asegurar que los agricultores tengan acceso a plántulas de calidad, conocimientos tecnológicos e información sobre el mercado, así como a capacitación sobre gestión agrícola, incluidas las prácticas de cosecha y poscosecha.

También, apoyar la investigación en el sector, mejorar la infraestructura rural, la capacidad de los procesadores para cumplir con los estándares de calidad en los mercados consumidores, y fomentar el desarrollo de subproductos, como las bebidas a base del fruto del anacardo, que normalmente se descarta como residuo.

A-E/HM

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