OIT llama a mejorar sistemas de seguridad y salud en el trabajo

En 2020 unos 7000 trabajadores sanitarios perecieron a causa de la enfermedad covid-19, contraída durante su labor, lo que muestra la necesidad de invertir en seguridad y salud para su protección y la de millones de quienes laboran en otros campos de alto riesgo, indicó la Organización Internacional del Trabajo. Foto: KB Mpofu/OIT
En 2020 unos 7000 trabajadores sanitarios perecieron a causa de la enfermedad covid-19, contraída durante su labor, lo que muestra la necesidad de invertir en seguridad y salud para su protección y la de millones de quienes laboran en otros campos de alto riesgo, indicó la Organización Internacional del Trabajo. Foto: KB Mpofu/OIT

Los países del mundo deben anticiparse a las crisis con inversiones y sistemas que velen por la seguridad y salud de los trabajadores a la vez que facilitan la actividad empresarial, destacó un informe de la OIT coincidiendo con el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, este 28 de abril.

Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), 7000 trabajadores sanitarios han fallecido desde que surgió la crisis de la covid-19, y 136 millones de empleados en esos servicios y los de asistencia social corren el riesgo de contraer esa enfermedad en su trabajo.

“No cabe una demostración más clara de la importancia que reviste contar con un entorno de seguridad y salud en el trabajo sólido y resiliente”, observó Guy Ryder, director general de la OIT, en su sede en esta ciudad suiza.

Para la OIT “la labor de recuperación y prevención requiere la mejora de las políticas y los marcos institucionales y normativos a escala nacional, así como su adecuada integración en los marcos de respuesta frente a la crisis”, dijo Ryder.

Desde que surgió la pandemia, los trabajadores de sectores específicos, en particular los de atención en caso de emergencias, la sanidad y la asistencia social, se han encontrado en una situación particularmente vulnerable frente al riesgo de infección, de acuerdo con el informe.

Las presiones y los riesgos que ha afrontado el personal sanitario durante la pandemia también han afectado su salud mental: uno de cada cinco trabajadores sanitarios de todo el mundo ha señalado que posee síntomas de depresión y ansiedad.

Se han producido brotes de covid-19 en muchos otros sectores, no solo en el sanitario y asistencial, especialmente en los que los trabajadores se encuentran en entornos cerrados o a poca distancia entre ellos durante un cierto período, así como en situaciones en las que se comparte alojamiento o medios de transporte.

Los ambientes de trabajo cerrados presentan 18,7 por ciento más probabilidades de contagio que los entornos al aire libre, según el estudio de la OIT.

Al analizar los problemas relacionados con el enorme aumento del teletrabajo a lo largo de la pandemia, el informe reconoce que ha sido primordial para limitar la propagación del virus, así como para mantener el empleo y la continuidad de la actividad empresarial y ofrecer a los trabajadores mayor flexibilidad.

Pero ha dificultado la delimitación entre horario laboral y vida personal, y 65 por ciento de las empresas encuestadas por la OIT manifestaron que los trabajadores tuvieron dificultades para mantener el ánimo durante el teletrabajo.

Las pequeñas empresas y las microempresas han tenido dificultades para cumplir los requisitos oficiales en materia de seguridad y salud en el trabajo, pues muchas de ellas carecen de los recursos necesarios para enfrentar los retos de la pandemia.

Gran parte de los 1600 millones de trabajadores que desarrollan su labor en la economía informal, en particular en los países en desarrollo, han seguido trabajando pese al confinamiento y las restricciones de desplazamiento e interacción social.

Debido a ello, han estado en elevado riesgo de contraer el virus, y la mayoría carece de protección social fundamental, por ejemplo derecho a baja o a remuneración por enfermedad.

Junto con pedir políticas e inversiones en el campo de la seguridad y salud, la OIT ofrece las directrices internacionales del trabajo, como guía para afrontar  esos desafíos y sostener la productividad, así como su propuesta de que se mantenga el diálogo social, entre Estados, empleadores y trabajadores.

La OIT dispone d más de 40 instrumentos normativos que abordan riesgos y medidas de protección específicas para una amplia gama de categorías ocupacionales vulnerables, como el personal de enfermería, trabajadores domésticos y de hostelería, migrantes, gente del mar o transportistas.

Cada 28 de abril el movimiento sindical en el mundo también conmemora el Día Internacional en Memoria de los Trabajadores Fallecidos y Heridos, para honrar la memoria de las víctimas de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.

A-E/HM

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