Hay muchos motivos históricos e intereses económicos detrás de las asiduas visitas del presidente francés
Emmanuel Macron a Beirut en los últimos meses. Líbano se está enfrentando a una nueva crisis económica, política y social que en el pasado dio origen a una peligrosa falta de seguridad que puso al país entero en una débil situación, en la que la verdadera soberanía brilla por su ausencia.