Marek Marczynski

La destrucción del templo Baal Shamin, de 2.000 años de antigüedad, en Palmira, Siria, es un ejemplo más de cómo el grupo armado autodenominado Estado Islámico (EI) utiliza las armas convencionales para imponerse. Crédito: Bernard Gagnon / CC BY-SA 3.0

El adiós a las armas que causan atrocidades es posible

Las explosiones que habrían destruido en agosto un templo de 2.000 años de antigüedad en la ciudad de Palmira, en Siria, son un ejemplo más de cómo el grupo armado autodenominado Estado Islámico (EI) utiliza las armas convencionales para imponerse.