En el comienzo de la revolución industrial Adam Smith defendía que la división del trabajo, la especialización laboral y la oferta de nuevos productos de consumo se impuso por la necesidad innata del hombre a la permuta. El padre de la economía defendía que, el progresivo intercambio en el comercio internacional debería ser libre propiciando la ventaja absoluta en el intercambio.
El comienzo del siglo XXI ha sido cuanto menos convulso. Se inauguró con los atentados del 11 de septiembre del 2001, continuó con la Gran Recesión de 2008-2009, y ahora nos enfrentamos al desafío del coronavirus y la covid-19.
La teoría del contrato social surgió durante la Era de la Iluminación y se refiere a la legitima autoridad del Estado sobre el individuo. Filosóficamente se asume que en e1 Estado
presocial los individuos deciden renunciar voluntariamente a su libertad natural para obtener el beneficio de un orden político y económico mediante la aceptación de un contrato social.
“La economía, estúpido” ha pasado a la historia por ser una de las frases que el estratega político James Carville diseñó para la exitosa campaña electoral de Bill Clinton contra el presidente George H. W. Bush en 1992, en Estados Unidos. Esta frase es el reconocimiento de que la economía es el factor que más efecto tiene en la visión de la sociedad con respecto a la evolución del país.
Las sociedades han ido afinando sus mercados monetarios siempre en base al concepto del trueque entre bienes o con un tipo de moneda. Primero fue la “commodity money” y después el concepto de papel moneda que ha sufrido fases en su evolución.