Las principales ciudades de Portugal serán escenario otra vez este sábado 29 de manifestaciones populares contra las medidas de extrema austeridad decretadas hace más de un año por el gobierno conservador del primer ministro Pedro Passos Coelho, cuya dureza aumenta día a día.
Con el mercado interno profundamente deprimido, una alternativa promisoria en Portugal parece ser el incentivo a las exportaciones tradicionales que, debido a su alta calidad o a su singularidad, no enfrentan la feroz competencia externa. La llamada flor de sal es uno de esos productos.
Portugal siempre estuvo entre los países europeos de menor consumo de drogas ilícitas. Pero en las décadas de 1980 y 1990 era de los que tenían mayor prevalencia de consumos problemáticos, en especial de heroína.
Las políticas de Portugal ante las drogas están ganando visibilidad internacional desde que comenzó a lucir resultados la decisión de despenalizar el consumo, adoptada en 2001.
Los cancilleres George Chicoti, de Angola, y Paulo Portas, de Portugal, coinciden en que las situaciones de la excolonia lusa de Guinea- Bissau y de la antigua posesión española de Guinea Ecuatorial son ya auténticos dolores de cabeza para la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP).
Comenzar las clases sin desayuno ya es parte de la vida cotidiana de miles de niñas y niños portugueses, que han integrado la palabra crisis en su todavía modesto léxico.
Un nuevo balde de agua fría para los portugueses. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que, pese a sus esfuerzos, el gobierno del primer ministro Pedro Passos Coelho deberá intensificar las ya draconianas medidas de austeridad.
Por primera vez en 38 años, los militares que abrieron las puertas a la democracia en Portugal no participaron esta vez en los actos conmemorativos oficiales de la Revolución de los Claveles, que derrocó a la entonces más antigua dictadura europea.
Los países de habla portuguesa solicitarán luz verde a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para enviar una fuerza de mantenimiento de la paz a Guinea-Bissau, donde los militares tomaron el poder el jueves 12.
Portugal no afrontó desde 1930 un invierno tan seco como el que acaba de finalizar. Sus efectos ya se hacen sentir con extremo rigor en la agricultura y en centenas de incendios de bosques.
Los trabajadores deben evitar a toda costa "el regreso al feudalismo" laboral que significan las medidas económico-financieras impuestas por el gobierno de Portugal. Esas políticas "no van a resolver los problemas, sino que van a contribuir a su agravamiento".
La mortalidad en Portugal durante el invierno boreal que está por concluir registra un crecimiento alarmante, muy superior al promedio habitual para esta época del año y que especialistas atribuyen a la crisis socioeconómica del país.
La conquista de una serie de derechos fundamentales ha sido para las mujeres de Portugal una asignatura ardua y lenta, una lucha que todavía continúa, pese a los 37 años pasados desde la instauración de la democracia, dijo a IPS la destacada feminista Manuela Góis.
La lluvia de malas noticias económicas provenientes de Grecia y Portugal indican que las recetas alemanas impuestas por la troika de acreedores multilaterales no logran resultados y ambos países se encaminan hacia un callejón sin salida, advirtió el profesor de economía Mario Olivares.
La economía paralela crece en Portugal a un ritmo imparable, debido a la contundente subida de impuestos y de precios exigida por la "troika" de acreedores para sanear las finanzas públicas.
La muerte del presidente de Guinea-Bissau, Malam Bacai Sanhá, podría reeditar los cíclicos levantamientos militares que han impuesto un inconfundible sello de inestabilidad en la vida política de ese país del África occidental.
Acosado por la crisis económica que no da señales de tregua y por dirigentes partidarios propios y ajenos, el conservador primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, envió un mensaje sin precedentes a sus conciudadanos: emigren.