El maestro Pedro Castillo fue la sorpresa de las elecciones en Perú del domingo 11 y se metió en la segunda vuelta con la ultraderechista Keiko Fujimori. Con un discurso antineoliberal, propone un cambio total de modelo económico: nacionalización de sectores estratégicos y nueva Constitución. No todo es color de rosa: está en contra de la perspectiva de género, el matrimonio igualitario y el aborto.
El conservador Guillermo Lasso conquistó la presidencia de Ecuador, apelando durante la campaña por la segunda vuelta a los votantes históricamente distantes a él: las mujeres, los indígenas, los activistas ambientales y sobre todo los jóvenes. ¿Cumplirá con sus ofertas o fueron solo un maquillaje electoral?
En una serie de tuits la Cancillería de Colombia hizo un llamado a la comunidad internacional para que la apoyen en lo que llamó "crisis humanitaria" después de que más de 3100 personas tuvieron que desplazarse del estado venezolano de Apure, limítrofe con el departamento colombianao de Arauca.
El presidente Jair Bolsonaro se enredó en una crisis militar que pone en riesgo su gobierno, al destituir el ministro de Defensa, general Fernando Azevedo, en un intento de obtener apoyo castrense a su política suicida ante la covid-19.
Una alianza entre empresarios y líderes legislativos trata de soslayar el obstáculo que representa el presidente Jair Bolsonaro a cualquier atisbo de una gestión racional de la covid-19, tras más de 300 000 muertos y el caos sanitario que se ha enseñoreado de Brasil.
El colapso del sistema de salud en Brasil, ante el recrudecimiento de la covid-19, obligó al cambio del ministro de Salud, otra vez, en un cuadro político agravado por el avance de la pandemia en las capas más ricas y progubernamentales de la población.
“Lula presidente”, es el grito desatado en diferentes sectores de Brasil por un dictamen del Supremo Tribunal Federal (STF), al anular las condenas penales contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, en lo que es también representa el ocaso de la lucha anticorrupción que marea a la Justicia en Brasil.
En 2018 Nicaragua llamó nuevamente la atención mundial cuando una ola de protestas sociales se extendió por todo el país y se prolongó durante varios meses. Las movilizaciones eran la expresión generalizada de un profundo descontento y llevaron la contienda política hasta el más alto nivel cuando las acciones de represión gubernamental provocaron una gran cantidad de muertes, personas heridas, encarcelamientos, torturas, malos tratos y juicios arbitrarios.
Las crisis mundiales del petróleo en 1973 y 1979 acortaron la dictadura militar en Brasil (1964-1985), al acabar con su “milagro económico”. El escarmiento convirtió el país en exportador del crudo, pero no lo eximió de otras maldiciones.
La cascada de votaciones que tendrán lugar este año en América Latina pondrá a prueba la robustez de sus sistemas democráticos. Representan una manera democrática de canalizar las tensiones políticas y sociales que irán en aumento a medida que el profundo impacto económico de la pandemia en curso de deje sentir.
El encarcelamiento del diputado Daniel Silveira, un agresivo adepto al presidente Jair Bolsonaro, desató una nueva crisis en Brasil, una situación muy frecuente en Brasil desde que los militares proclamaron la república en 1889 y asumieron un protagonismo político, unas veces ostensible y otro o camuflado.
Brasil, un país con un exceso de farmacias visible en sus calles, enfrenta la pandemia de covid-19 con algunos factores culturales negativos, además de un gobierno negacionista.
La noche del martes 2 y la madrugada del miércoles 3, tras el nuevo golpe militar en Myanmar, se repitieron dos escenas familiares en este país del sudeste de Asia y otro lugar opuesto del mundo.
Honduras ha sido noticia este principio de año por la caravana de migrantes que partió hacia Estados Unidos. Sin embargo, ha pasado desapercibido que los legisladores del país aprobaron una reforma que hará prácticamente imposible legalizar el aborto ahora y en el futuro.
Propio de una “república bananera” fue la descalificación con que muchos compararon el asalto al Capitolio, el 6 de enero en Washington, por huestes azuzadas por el saliente presidente Donald Trump, a lo que suele ocurrir en América Latina. Pero es distinto y la diferencia son los militares.
Las Naciones Unidas, que acaban de celebrar su 75 aniversario, siguen estancadas en una de las regiones más volátiles política y militarmente del mundo: Oriente Medio. Prácticamente cada dos semanas, el Consejo de Seguridad tiene en su agenda como tema tan predecible como recurrente el de las consultas sobre esa región, una historia sin fin aparente.
Suena a suicidio electoral el desdén con que el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro trata públicamente las vacunas contra la covid, cuando Brasil sufre una nueva ola de la pandemia, con mortalidad en alza y la población ansiosa por inmunizarse.