El cierre de escuelas, debido a la covid-19, aumentará en 100 millones el número de niños que quedarán por debajo del nivel mínimo de competencias en lectura, de acuerdo con un nuevo estudio que la Unesco presentó este viernes 26.
El acceso a una educación inclusiva de calidad es un derecho humano universal. Cuando se ignora o niega el derecho inherente a una buena educación, las consecuencias son graves. Para una niña en un país en conflicto o desplazamiento forzado, el impacto se multiplica de forma brutal.
Las escuelas de más de 168 millones de niños del mundo llevan casi un año cerradas por completo debido a los confinamientos impuestos por la covid-19, y Unicef llamó la atención sobre este riesgo para la educación colocando 168 pupitres vacíos ante la sede de la ONU en Nueva York, este martes 3.
En el fondo de las montañas de los colindantes estados mexicanos de Puebla, Oaxaca y Guerrero se pinta el arcoíris con la lluvia que sopla el viento del sur. Ahí, entre el colorido de la vestimenta de las mujeres ñuu savi (mixteca) y la música tradicional se forma el espiral de la lengua tu’un savi de un pueblo que se niega a morir.
Más de un millón de estudiantes iniciaron el regreso a sus escuelas en Costa Rica, mediante un modelo que combina la educación presencial segura y la remota, para evitar el abandono y la exclusión de miles de niños, niñas y adolescentes, destacó un reporte divulgado este lunes 15 por las Naciones Unidas.
La educación tiene un papel fundamental en la vida de la población infantil y juvenil afectada por la crisis de la pandemia de covid-19, asegura en una entrevista exclusiva el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres.
Dos millones de nuevos casos de mutilación genital femenina pueden registrarse esta década, a medida que la covid-19 obliga al cierre de escuelas e interrumpe programas que protegen a las niñas de esa práctica nociva, planteó una declaración de las agencias de la ONU dedicadas a la infancia y la población.
Cual regla no dicha, cual discriminación apenas confesada, cada vez que se piensa en una persona haciendo ciencia, se piensa en un científico hombre.
Y no es casualidad: según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultural (Unesco), menos de un 30 por ciento de todos los investigadores en el mundo son mujeres.
La covid-19 ha creado la peor crisis para la educación y el aprendizaje en un siglo y se requieren medidas urgentes para mitigar esos impactos en todo el mundo, sostuvo un informe del Banco Mundial a un año de haberse desatado la pandemia.
Mirando en retrospectiva al 2020, todos llevamos las cicatrices de un año devastador; aunque ninguno como el de los niños y niñas de todo el mundo. La pandemia de covid-19 interrumpió la educación de más de 1600 millones de niños y jóvenes en todo el mundo y continúa haciéndolo.
Las escuelas siguen completamente cerradas en 31países y los horarios académicos reducidos en otros 48, al cabo de un año de pandemia covid-19 que todavía afecta a más de la mitad de la población estudiantil mundial, al menos 800 millones de alumnos, destacó la Unesco en un informe difundido este lunes 25.
Stanislas Ouaro se convirtió en ministro de Educación y Alfabetización de la Nación de Burkina Faso en febrero de 2018 después de una extensa carrera académica. Entre 2012 y 2018, Ouaro fue el presidente de la Université Ouaga II. Antes de eso, el eminente matemático ocupó varios puestos docentes y administrativos en la Universidad de Ouagadougou.
María Victoria Angulo es ministra de Educación de Colombia. Tiene una maestría en Economía del Desarrollo de la Universidad de Los Andes y una maestría en Análisis Económico Especializado de la española Universidad Pompeau Fabra de Barcelona. Cuenta con más de 20 años de experiencia en el desarrollo de políticas educativas.
En las escuelas de Jamaica, los patios están desiertos, no se escuchan los habituales gritos de juegos y alegría, las pizarras permanecen limpias y los uniformes cuelgan sin arrugas en los armarios. Cuando se detectó el primer caso de covid a principios de marzo, el gobierno cerró las escuelas primarias y secundarias y más de 500 000 niños y adolescentes pasaron al aprendizaje a distancia.
La educación no es un privilegio. Es un derecho humano fundamental. Sin embargo, la educación está subestimada incluso en el mejor de los casos. Con frecuencia, no conectamos los puntos entre el derecho a la educación y el reconocimiento de todos los derechos humanos. Como señaló Amartya Sen, galardonado con el Premio Nobel de Economía, no hemos logrado darle a "este enorme potencial para transformar vidas humanas" la atención que merece.
Líderes de movimientos juveniles y sindicatos estudiantiles demandaron a las naciones más ricas del mundo que corrijan la respuesta global contra la covid-19, a la que calificaron como increíblemente desigual, sobre todo en el caso de los niños y adolescentes más vulnerables del mundo.
El impacto de la pandemia covid-19 ha sido muy duro para los niños y se necesita urgentemente evitar que esta crisis de salud se convierta en una crisis de los derechos de los niños, planteó la Unicef con motivo del Día Mundial de la Infancia este viernes 20.