El periodismo feminista viene abriéndose paso en América Latina. Suma espacios, irrumpe, cuestiona, y se hace escuchar. De manera sostenida y sin pedir permiso.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es la voz con mayor resonancia en el mundo a favor del empoderamiento de las mujeres y contra la persistente discriminación de género en el mundo. Pero sigue estando muy lejos de sus elevados ideales al respecto.
La crisis asociada a la actual pandemia ha puesto de manifiesto las desigualdades estructurales de todos los ámbitos, especialmente las asociadas al género.
Con el lema “Invertir en las mujeres africanas para acelerar el crecimiento inclusivo”, el Banco Africano de Desarrollo (AfDB en inglés) divulgó este jueves 7 su nueva estrategia para promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer en sus operaciones.
Tres grupos de piezas audiovisuales contra la violencia de género, producidas en Argentina, se hicieron virales en las últimas semanas del año y han cosechado éxitos en países de tres continentes, destacó un reporte informativo de las Naciones Unidas.
Un número alarmantemente alto de mujeres periodistas son ahora blanco de ataques en línea asociados con campañas de desinformación digital orquestadas. El impacto de estos ataques incluye la autocensura, la elección de alejarse de la visibilidad, un mayor riesgo de lesiones físicas y un costo grave para la salud mental. ¿Los principales perpetradores? Troles anónimos y actores políticos.
Las autoridades cubanas desplegaron una inusual visibilidad en medios de comunicación y hasta en las redes sociales sobre su respuesta a la violencia machista, durante los 16 días de activismo mundial contra este problema agravado en 2020, como consecuencia de la covid.
Mujeres trans reunidas en un albergue de Ciudad de México convirtieron esa sede en un centro de reparto de alimentos a familias necesitadas, como ejemplo de cooperación en busca de un mundo de igualdad, destacó un reporte de la oficina mexicana de las Naciones Unidas.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA en inglés) lanzó este lunes 7 el mayor llamamiento humanitario en su medio siglo de historia, para llevar ayuda a 54 millones de mujeres, niñas y jóvenes en 68 países a lo largo de 2021.
Las mujeres atletas, en general procedentes del Sur global, sufren abusos y daños causados por las reglamentaciones sobre “pruebas se sexo”, y World Athletics, la federación internacional de atletismo, debe dejar sin efecto esas normas de manera inmediata, planteó la organización humanitaria Human Rights Watch.
En los hogares de todo el mundo son predominantemente las mujeres, a menudo con menos sueldo y menos seguridad laboral que los hombres, las que están sacrificando sus empleos y carreras ante la covid-19, expuso este lunes 30 un reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El feminicidio y la desaparición son el final de una cadena de violencias contra las mujeres desde el nacimiento: en la escuela, en el trabajo, en el sistema de salud. Éstos números en el caso de México, registrados por instituciones gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil muestran que el camino es largo.
ONU Mujeres lanzó este miércoles 25, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la campaña “Pinta el mundo de naranja”, buscando en todo el mundo financiar, responder, prevenir y recopilar datos en esa lucha que cobra un nuevo cariz con la pandemia covid-19.
Hemos visto la estrecha relación que existe entre la pandemia de covid-19 y el aumento de las denuncias por violencia en cualquiera de sus formas. La llamamos la pandemia en la sombra.
También hemos visto las diferentes maneras en que las sociedades y nuestros servicios públicos responden ante la ciudadanía que presenta una enfermedad potencialmente mortal y ante quienes recurren por ayuda porque sus parejas son potencialmente riesgosas para su salud o su vida.
“Esta es una crisis sin solución rápida que podría tardar años en resolverse a menos que se realicen esfuerzos concertados para abordar sus causas fundamentales”, asegura Manuel Fontaine, director de Programas de Emergencia del Fondo de las Naciones Unidas par la Infancia (Unicef).
Las mujeres son la mitad de la población mundial, pero ni de cerca comparten la mitad de la riqueza, el bienestar y las oportunidades. Dos tercios de la población pobre del mundo es femenina. Las mujeres se exponen de forma desproporcional a la precariedad, la enfermedad y los desastres naturales.
Los medios, mientras tanto, siguen dominados por los hombres en gran parte del planeta, lo que hace imposible que informen realmente de lo que le pasa a la mitad de la humanidad.
Pero las mujeres no son víctimas. Son organizadoras, innovadoras y constructoras de sus comunidades. IPS sí se ocupa de contar sus historias.