(Arte y Cultura)

Los músicos de rock de Pakistán creen que la campaña del gobierno por recobrar valores nacionales, que los excluye de la radio y la televisión del estado, tiene en realidad propósitos de censura.

Los caricaturistas suelen exagerar la amplia calva del primer ministro Nawaz Sharif así que no es de sorprender que el jefe de gobierno haya dicho que le gustaría cortarle el pelo a los intérpretes de la música rock.

Lo que sí sorprendió a la juventud paquistaní es que el primer ministro, cuyo partido conservador Liga Musulmana de Pakistán cuenta con una abrumadora mayoría en el parlamento, cumplió con su amenaza.

Ello no significa que los cantantes de largos cabellos de grupos como Signos Vitales o Awaz tuvieran que cortarse el pelo. Pero los músicos, que hasta hace poco eran pilares de la red de televisión estatal PTV y la popular radio FM 100, sencillamente desaparecieron de escena.

Privados de su presencia en la radio y la televisión, ídolos juveniles como Sajjad Ali (cuyo éxito "Babia" es una nueva versión de "Didi", del cantante argelino Jaled, también censurado) y "Harun Rashid", de Awaz, sólo se pueden apreciar en los canales por satélite de India.

Estos canales sólo son accesibles a los paquistaníes adinerados que cuentan con antenas satelitales.

Desde noviembre, la cultura paquistaní volvió a regirse por la programación islámica auspiciada por la dictadura del general Zia ul-Haq, quien gobernó el país entre 1977 y 1988.

El general prohibió que la música de rock, la vestimenta occidental y las mujeres sin velo aparecieran en los medios de comunicación estatales.

Como era previsible, algunos sectores se sienten desanimados, acostumbrados a la liberalización de la cultura durante el anterior gobierno de Sharif y el de su predecesora Benazir Bhutto.

"El gobierno debería hacer algo respecto a la economía, la ley y el orden, y no desperdiciar su tiempo intimidando a los músicos", afirmó Alí, joven programador de computadoras, quien reflejó el sentir de muchos.

Los propios músicos describieron a la censura como una cínica forma de estrategia política. "A los políticos les resulta más fácil buscar chivos expiatorios que resolver problemas", dijo Sajjad Alí a los medios de comunicación.

Pero otros fueron más comprensivos. Un integrante del grupo Junoon visitó el pueblo de Raiwind, dominado por los fundamentalistas islámicos, y manifestó el deseo de que su conjunto recupere los valores y temas paquistaníes.

Junoon es conocido por sus letras conservadoras, a favor de los militares, y sus ocasionales temas islámicos, además de su música rock.

Hace años que los cantantes de rock se hallan en el medio de la tormenta cuando se trata del debate que enfrenta a los valores "occidentales", como el pantalón vaquero, el pelo largo y el rock, con los principios "islámicos", representados por la vestimenta y las formas musicales tradicionales.

El padre octogenario de Sharif, Main Sharif, conocido como Abbaji (querido padre), respalda a los fundamentalistas islámicos de Raiwing quienes no cesan de quejarse por la excesiva presencia de las imágenes occidentales en los medios de comunicación.

Abbaji habría alentado a Nawaz a censurar a los músicos populares y también habría participado en la selección del nuevo y conservador presidente, el fundamentalista islámico Rafique Tarar, conocido como "El Sagrado Tarar" por sus detractores.

La campaña contra la música popular comenzó antes de las elecciones del año pasado, ganadas por Sharif.

Otro político, el afamado ex jugador de críquet Imran Jan, fue el responsable de la andanada conservadora ya que su campaña criticó a los paquistaníes que imitaban a Occidente, hablaban inglés y usaban vaqueros en lugar de la vestimenta tradicional.

Por desgracia para su carrera política, el pasado mujeriego de Jan salió a la luz durante la campaña, especialmente cuando una supuesta ex amante, la ciudadana estadounidense Sita White, acusó al ex deportista de ser el padre de su hijo.

Entonces, la campaña por los "valores paquistaníes" se tranquilizó por unos meses, hasta que Nawaz Sharif retomó la causa.

Nadie sabe hasta dónde llegará la campaña. El ministro de Información Mushahid Hussain negó que los músicos hayan sido censurados, aunque las estrellas de rock brillan por su ausencia.

"Se sabe que el gobierno se quedó sin ideas cuando empieza a prestar atención a cuestiones insignificantes como la ropa de los músicos", declaró un poco optimista partidario de la Liga Musulmana. (FIN/IPS/tra-en/fah/aq/cr/98

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