El asalto al Capitolio de Washington por una turba rebelde recordó a muchos una insurrección en una “república bananera '', como la descrita de manera hilarante en la comedia de Woody Allen de 1971, Bananas, que simula una revuelta en un país latinoamericano ficticio.
Seguidores de Donald Trump, azuzados por el propio presidente, asaltaron este 6 de enero el edificio del Capitolio e
interrumpieron el trámite legislativo de certificación de la victoria electoral de Joe Biden.
Miles de personas que enarbolaban pancartas pro Trump se abrieron paso a través de las barricadas y rompieron ventanas para entrar en el edificio donde se reunían los congresistas. Cuatro personas han muerto, y varios policías han tenido que ser hospitalizados. La sesión del Congreso se reanudó y cumplió con su misión, pero a puerta cerrada.
Cuba despide un año signado por los efectos de la pandemia de covid, la profundización de la crisis económica y el empeoramiento de relaciones con Estados Unidos, mientras se alista para un desafiante reacomodo de su tejido socioeconómico desde el primer día de 2021.
La proliferación de los incendios en sus tierras, también sometidas a crecientes invasiones, una alta mortalidad por la covid-19 y la merma en sus derechos constitucionales componen el cuadro actual de amenazas que se ciernen sobre los indígenas en Brasil.
El lunes 9 de noviembre, luego de que el legislativo Congreso de Perú aprobara velozmente la vacancia del presidente Martín Vizcarra por indicios de corrupción y designara como
presidente interino a Manuel Merino, miles de ciudadanos en Lima y varias ciudades del país salieron espontáneamente a las calles a protestar.
“En Chile las instituciones funcionan”. El presidente socialdemócrata Ricardo Lagos recurría permanentemente a esta frase durante su mandato (2000-2006), en una invocación que tenía lecturas duales, ya que si bien podía ser un elogio a la moderada transición dirigida por los partidos de la Concertación por la Democracia, era también un implícito reconocimiento a la fortaleza de la institucionalidad heredada de la dictadura cívico-militar que encabezó Augusto Pinochet entre 1973 y 1990.
Hay una reincidencia del Poder Judicial de México de negar los derechos de los pueblos que cuidan el territorio, acusan abogados especializados, quienes señalan que estas negligencias y trampas son las más utilizadas durante la actual administración federal.
Ida Njeri era una funcionaria con acceso a una Sociedad Cooperativa de Ahorro y Crédito (Sacco) a través de su empleador, cuando comenzó a interesarse por los préstamos de la institución para adquirir tierras en Ruiru, en el centro de Kenia, junto con su esposo, un consultor privado en el sector de la comunicación.
El coronavirus es comunista y la exageración de la prensa en agrandar su amenaza diseminó el pánico y la dictadura del confinamiento, que autoridades regionales y municipales están imponiendo a la población, sostienen miembros y adeptos del gobierno de Brasil.
Solo la desesperación y el modo paramilitar de vivir explican el acto suicida del presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, de prescindir de uno de sus principales sostenes, el exjuez Sergio Moro, desde este viernes 24 también exministro de Justicia y Seguridad Pública.
Con nueve militares, casi todos generales retirados, dentro de un gabinete de 22 ministros, ¿prepara el presidente Jair Bolsonaro un gobierno autocrático o busca asegurarse un poder decadente con guardaespaldas calificados?
La aprobación en Cuba este año de una Ley de reclamación de los derechos constitucionales ante los tribunales incorporará un instrumento novedoso a la legislación interna y supondrá un desafío para ciudadanos, juristas e instituciones poco acostumbrados a dirimir tales vulneraciones en instancias judiciales.
Una cultura religiosa transnacional se desplaza silenciosamente por todos los rincones del planeta, no importa el país, ni su sistema, ni su gobierno, ni su historia. Atraviesa no solo las urbes cosmopolitas sino los barrios periféricos, las zonas montañosas, las localidades más recónditas, las impensadas.
Hace un mes de ese 18 de octubre, en que el presidente Sebastián Piñera respondió a la desobediencia civil de los estudiantes secundarios en el Metro de Santiago con la fuerza brutal de la policía militarizada, haciendo estallar una insurrección social, que se manifiesta tanto en la violenta destrucción de los símbolos icónicos del modelo neoliberal, en actos de vandalismo y saqueos e incendios, como en el pacifismo de marchas multitudinarias, asambleas populares auto convocadas y organizaciones sociales exigiendo derechos y dignidad.
Venezuela tiene dos presidentes, Bolivia casi ninguno, en Perú su parlamento está disuelto y sus cuatro expresidentes vivos están o estuvieron presos, en Chile el gobierno se tambalea ante persistentes protestas callejeras en demanda de profundas reformas políticas y sociales.
Cuba echó a andar su nueva estructura gubernamental que incluye la restauración de cargos como el de presidente de la República, en un clima marcado por graves dificultades económicas y la recrudecida agresividad de la administración estadounidense de Donald Trump.
La compleja situación económica y financiera por la que atraviesa Cuba se agravará aún más con las nuevas medidas de Estados Unidos, que recrudecerán su embargo contra el país, limitarán los viajes de sus ciudadanos a la isla y restringirán las remesas.