Fernando Lattman-Weltman

El presidente Jair Bolsonaro, abrazando a una niña, en su nueva fase abiertamente populista, el 30 de julio, cuando activó el sistema de aguas de Campo Alegre de Lourdes, pequeña y pobre ciudad de 28 000 habitantes, en el noroeste del estado de Bahia, en la región del Nordeste. Foto: Isac Nóbrega /Fotos Públicas

Pandemia lleva a Bolsonaro a abrazar al viejo populismo

Un vuelco hasta hace poco inimaginable parece estar en gestación en el gobierno de Brasil, con la adhesión a programas sociales antes criticados por el presidente Jair Bolsonaro, ahora proclive al populismo de viejo estilo.

Las mujeres constituyen 52,8 por ciento de los 147 millones de electores en Brasil y pueden ser decisivas en que Fernando Haddad, el candidato presidencial del Partido de los Trabajadores, derrote finalmente a Jair Bolsonaro, al rechazar los pronunciamientos machistas de este aspirante de extrema derecha. En la gráfica, representantes del movimiento #PrimaveraDasMulheres en un acto de Haddad, el 25 de septiembre en São Paulo. Crédito: Ricardo Stuckert/Fotos Públicas

Múltiples fracturas conducen a Brasil a insólitas elecciones

Aislado en una cárcel, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva conduce su Partido de los Trabajadores (PT) a un probable triunfo en las elecciones presidenciales, cuya campaña ha atizado viejos y nuevos demonios en Brasil.

La presidenta suspendida Dilma Rousseff, a la derecha, durante un encuentro con el Movimiento de Mujeres, en la residencia del Palacio de la Alvorada, en Brasilia, el 17 de agosto, días antes de comenzar el juicio que se prevé que concluya con su destitución. Crédito: Roberto Stuckert Filho PR

Rousseff inicia su cuenta atrás como presidenta de Brasil

Solo un milagro podría salvar a la presidenta Dilma Rousseff de la destitución en el juicio político en el Senado de Brasil, que empieza el 25 de agosto y cuyo desenlace se prevé para para seis días después.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, entre asesores con cara de circunstancias, tras comparecer ante los medios de comunicación, poco después de anunciarse la apertura de un juicio político en su contra en la Cámara de Diputados. Crédito: Lula Marques/Agencia PT

Política de chantajes marca el juego en Brasil

El proceso de inhabilitación de la presidenta Dilma Rousseff dejó finalmente de ser una amenaza que venía envenenando la política en Brasil. Ahora podrá ser una batalla traumática, pero a la luz del día.

El Supremo Tribunal Federal de Brasil durante la lectura el 17 de septiembre del histórico fallo que prohíbe como inconstitucionales las leyes que hasta ahora facilitaban la financiación por las empresas de las campañas electorales. Crédito: STF

Revolución electoral en Brasil busca neutralizar poder económico

Las elecciones en Brasil serán más democráticas a partir de ahora, sin la influencia del poder económico, que se había vuelto decisiva y corruptora. Un fallo del Supremo Tribunal Federal (SFT) del 17 de este mes prohíbe, por inconstitucionales, las

Una multitud, calculada en 210.000 personas por el Instituto Datafolha y en un millón por la policía, participó en la metrópoli de São Paulo en las protestas contra la presidenta Dilma Rousseff y la corrupción el 15 de marzo, cuando se produjeron manifestaciones similares en todos los estados de Brasil. Crédito: Fotos Públicas

Protestas agravan incertidumbres en el Brasil de las crisis

Brasil incorporó las manifestaciones callejeras como un dato nuevo en sus variadas crisis, cuya sinergia dificulta una respuesta del gobierno maniatado por la necesidad de un ajuste fiscal, que a su vez avivaría las protestas.

Detalle de una protesta de profesores y estudiantes en la ciudad de Curitiba el 12 de febrero, contra los recortes en el sector de educación en el sureño estado de Paraná, dentro de las medidas de austeridad en Brasil. Hay temor de que vuelvan las grandes movilizaciones a las calles del país. Crédito: Orlando Kissner/ Fotos Públicas

Política brasileña entra en círculo vicioso

El enredo de aristas políticas en que se metió la presidenta Dilma Rousseff dificulta la ejecución de medidas para superar los problemas económicos de Brasil, y viceversa.