¿Recordará la historia la pandemia de covid-19 como el momento en que los ciudadanos renunciaron a sus derechos civiles por motivos de salud?
Los líderes de los grandes países industrializados, aglutinados en el Grupo de los Siete (G7), se reúnen en la localidad costera de Biarritz, en el suroeste de Francia, con un paquete de recomendaciones concretas sobre la mesa para avanzar hacia la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en el mundo.
La ONU, que encarna los principios fundamentales del multilateralismo desde su creación en 1945, es sistemáticamente objeto de los alardes imperialistas del gobierno de Donald Trump.
“Es bueno estar en París un día soleado de mayo y ver muchas universidades ocupadas; y las huelgas contra el neoliberalismo”, comentó el escritor y activista británico-pakistaní Tariq Ali en un encuentro realizado en Nanterre, a las afueras de la capital de Francia.
“El mar se traga aldeas, se devora la costa y marchita los cultivos. El realojamiento de personas, los llantos por los seres queridos perdidos, las muertes por hambre y sed; quizá crean que solo afectará a los países pequeños; se equivocan”, señaló Timoci Naulusala, de 12 años y procedente de Fiyi, en un apasionado discurso en la COP23.
El triunfo de Emmanuel Macron, con un impresionante voto de 64 por ciento en la segunda vuelta de la elección presidencial en Francia, es también un respaldo para la supervivencia de la Unión Europea (UE).
Tras la celebración de la primera vuelta de la preliminar elección presidencial en Francia (una especie de semifinal deportiva), la pareja de candidaturas supervivientes se prepara para la gran final con el fin de convertirse en inquilinos (sin pago de alquiler) del Elíseo.
La crucial elección presidencial en Francia llega en un momento extremadamente serio no solamente para el país, sino también para el resto de la Unión Europea. Las alarmas acerca de las expectativas que colocarían al mando del Eliseo a una figura extremista, que añadiera leña al fuego de una Europa en peligro de desintegrarse después del “brexit”, pueden quedarse silenciadas por la propia esencia francesa.
La devastadora guerra de Siria entró ya en su séptimo año y ni los esfuerzos de Estados Unidos ni del Consejo de Seguridad de la ONU por frenarla o imponer sanciones contra el atribulado régimen del presidente Bashar al Asad logran ponerle fin.
Hay unos 20 millones de musulmanes en Europa occidental y, sin embargo, no es fácil lograr una convivencia armónica con los ciudadanos europeos. Y para gran frustración de organizaciones humanitarias y activistas que luchan contra el racismo, persisten la retórica de la exclusión y los prejuicios.
La muerte de cientos de civiles en el conflicto que sacude a Yemen llevó a organizaciones de derechos humanos a reclamar un embargo de armas, en especial contra Arabia Saudita, que encabeza la coalición de ocho países que combate a los rebeldes hutíes en ese país del Golfo.
De los 69 periodistas caídos en el ejercicio de su profesión en 2015, 40 por ciento murieron por obra de grupos radicales islámicos, como Al Qaeda y Estado Islámico (EI). Más de dos tercios fueron perseguidos y asesinados, denunció el informe anual del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
"Menos Siria y más Soria”, es el consejo que Barack Obama, David Cameron y François Hollande parecieran recibir del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, maestro en la prudencia gallega y la indecisión contrastante con su antecesor José María Aznar, quien antaño se mostró raudo y veloz en ofrecer tropas al entonces mandatario estadounidense George W. Bush para la invasión de Iraq, en marzo de 2003, antesala de la guerra en Siria.
Varias preguntas han surgido como más urgentes ante la tragedia de París. Algunas han sido ya contestadas y otras quedarán para la especulación: ¿quién lo hizo?, ¿por qué?, ¿para qué?, ¿cómo ha sido posible el múltiple crimen?, ¿cuáles serán las consecuencias?, ¿cómo se pueden evitar repeticiones?, ¿sirve de algo la experiencia de otros países que antes han sido víctimas, como Gran Bretaña y España?, ¿cómo la sociedad francesa y la europea pueden protegerse?, ¿cuál puede ser la reacción del orden político francés y europeo?, ¿cómo pueden colaborar otras potencias, como Estados Unidos?, ¿si esto es una guerra, debe la Organización del Tratado Atlántico (OTAN) intervenir?, ¿cuál puede o debe ser la actuación de actores hasta ahora mudos, distantes o cómplices ante incidentes anteriores?
Eran las dos de la madrugada, cuando el 2 de este mes las fuerzas de paz de la Misión de Estabilización Multidimensional Integrada de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (Minusca) buscaban a un sospechoso en el enclave musulmán de PK5 en la capital, Bangui.
Muchos en el mundo consideran que la energía renovable es una solución de desarrollo redituable, tanto para las naciones industrializadas como para las que no lo están. Los países se dan cuenta lentamente de que el uso de carbón y la enorme cantidad de emisiones contaminantes que genera dañan al ambiente e impactan sobre nuestras actividades cotidianas.
Al cumplirse 70 años de los bombardeos atómicos sobre Japón, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se hizo eco del reclamo de los activistas antinucleares del mundo: “No más Hiroshimas, no más Nagasakis”.