Hamilton Mourão

Pandemia agrava aislamiento brasileño ante cumbre climática

RÍO DE JANEIRO – El gobierno brasileño busca mejorar su imagen internacional en la 26 Conferencia de las Partes (COP26) de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, tras destruir su propia credibilidad con acciones antiambientales y una letal gestión de

Una de las extensiones improvisadas que se deben realizar continuamente en el cementerio público de Manaus, en este caso el 30 de diciembre, ante la explosión de entierros en la capital del estado de Amazonas, en el norte de Brasil, una de la urbes más golpeadas por la covid en el país. Foto: Bruno Kelly/Amazônia Real-Fotos Públicas

Armas, y no vacunas, constituyen la prioridad para Bolsonaro

Suena a suicidio electoral el desdén con que el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro trata públicamente las vacunas contra la covid, cuando Brasil sufre una nueva ola de la pandemia, con mortalidad en alza y la población ansiosa por inmunizarse.

El vicepresidente Hamilton Mourão, un general retirado, supervisa desde el aire la situación de la sierra de Carajás, en la Amazonia de Brasil. Él comanda ahora las operaciones contra la deforestación y los incendios en la ecorregión, en desmedro de las funciones del ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, sin credibilidad fuera del gobierno por su sistemática acción de desarticulación del sistema brasileño de protección ambiental. Foto: Roméiro Cunha/VPR-Fotos Públicas

Depredadores ambientales dominan el gobierno en Brasil

La cuestión ambiental concentra muchas de las dificultades del actual gobierno de Brasil para convivir con la realidad y evitar justificadas acusaciones de cinismo, especialmente al ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles.

Revancha militar contra la redemocratización de Brasil

A estas alturas es evidente que Jair Bolsonaro mantiene, como presidente, las convicciones antidemocráticas y retrógradas de las que hizo gala durante sus 30 años de vida parlamentaria y que ahora ponen a prueba el ciclo de redemocratización de Brasil.

El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão (segundo a la derecha), durante el encuentro colectivo con los corresponsales extranjeros, en Río de Janeiro. El general retirado del Ejército representa un contrapeso a la política exterior que se impulsa desde el presidencial Palacio de Planalto y el Itamaraty, sede de la cancillería, junto con el diputado Eduardo Bolsonaro, el hijo del mandatario Jair Bolsonaro. Crédito: Tomaz Silva/Agência Brasil

Política exterior a ocho manos y sin diplomacia en Brasil

La crisis venezolana es el tema que mejor desnuda la enfrentada política externa del nuevo gobierno de Brasil, en que por lo menos cuatro autoridades intentan dictar los rumbos, marginando la diplomacia tradicional.