Líderes de movimientos juveniles y sindicatos estudiantiles demandaron a las naciones más ricas del mundo que corrijan la respuesta global contra la covid-19, a la que calificaron como increíblemente desigual, sobre todo en el caso de los niños y adolescentes más vulnerables del mundo.
La pandemia de covid-19 ha trastornado la vida de millones de personas en todo el mundo, ha causado más de 869 000 muertes, desestabilizó la economía mundial y provocó un marcado aumento de la pobreza y el hambre en el Sur en desarrollo.
El gobierno de India prohibió el trabajo de niños y niñas menores de 14 años en sectores comerciales, pero permitirá su empleo en empresas familiares y en las tierras de cultivo después del horario escolar y durante las vacaciones, en una medida que provocó la consternación de las organizaciones defensoras de la infancia.
El ganador del premio Nobel de la Paz de 2014, el indio Kailash Satyarthi, reclamó un movimiento mundial de compasión humana para combatir el problema persistente del trabajo y la esclavitud infantiles.
Con 11 años, Chottu trabaja 12 horas diarias en un puesto callejero de venta de té junto a la bulliciosa terminal de autobuses interestatales en la capital de India.
Jameli Devi, de 36 años, se desempeña como trabajadora sexual en la carretera Garstin Bastion de Nueva Delhi, la mayor “zona roja” de Asia, donde operan unas 12.000 de los tres millones de prostitutas de India.