La justicia de Eslovaquia absolvió por falta de pruebas a un empresario con supuestos vínculos con el crimen organizado de ordenar el asesinato del periodista Ján Kuciak, en un fallo que conmocionó a los activistas por la libertad de expresión y avivó la desconfianza en la justicia y la política de la sociedad de este país centroeuropeo.