No es ningún secreto que las mujeres están subrepresentadas en las noticias, como sujetos y como productoras.
Más personas y por más tiempo interactúan en los espacios digitales de América Latina por la pandemia de covid-19, pese a la brecha en el área, lo que disparó la exposición a la violencia en línea para el caso de las mujeres, según activistas y especialistas.
Bolivia tiene ahora el Senado más femenino del mundo. Chile vivirá la experiencia inédita de una convención constituyente con paridad de género. En Estados Unidos las mujeres decidieron la virtual derrota del presidente Donald Trump, que tendrá variados efectos en América Latina.
Las designaciones de la francesa Christine Lagarde como presidenta del Banco Central Europeo (BCE) y de la alemana Ursula von der Leyen como la presidenta de la Comisión de la Unión Europea (UE), se han resaltado como hitos en la llegada por primera vez de mujeres a la cima de dos grandes instituciones internacionales, rompiendo el dominio de los hombres.
Las mujeres latinoamericanas ganan en promedio una quinta parte menos que los hombres por cada hora trabajada, en uno de los hechos que retratan las persistentes inequidades en el campo laboral, que mantienen lejos en la región la meta de igualdad en las remuneraciones para 2030.
Como activista por los derechos de las mujeres indígenas en el sur de México, Elisa Zepeda Lagunas ha sufrido el tipo de violencia que hubiera acabado con cualquiera. Fue arrastrada a la plaza de la ciudad y atacada a machetazos hasta prácticamente la muerte, quemaron su casa y asesinaron a su hermano.
Fue una jugada inesperada de un grupo de mujeres en la Cámara de Diputados de Argentina. A la una de la madrugada, durante una larga sesión, reclamaron la aprobación de un estancado proyecto de paridad de género en la representación política. Hubo resistencias y discusiones, pero una hora después, la iniciativa se convertía en ley por amplísima mayoría.