Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB)

El magistrado Gilmar Mendes, líder de los conservadores dentro del Tribunal Supremo Federal de Brasil y quien ha impulsado decisiones que han impedido procesar al presidente Michel Temer. Detrás suyo, Luiz Fux, el magistrado que favorece los dictámenes más duros contra la corrupción en el máximo tribunal del país. Crédito: Marcelo Camargo/Agência Brasil

Corrupción sistémica, muy difícil de condenar en Brasil

“No hay pruebas”, arguyen casi  a coro los legisladores, ministros y el mismo presidente Michel Temer ante las denuncias de corrupción que se multiplicaron en Brasil y ya involucraron a centenares de políticos y empresarios.

El núcleo del poder y de la crisis en Brasil. El presidente Michel Temer (centro), Renán Calheiros (izquierda), presidente del Senado y acusado de corrupción en 12 procesos, y Rodrigo Maia (derecha), presidente de la Cámara de Diputados y citado en las primeras revelaciones de directivos de Odebrecht sobre presuntos sobornos a políticos. Crédito: Beto Barata/PR

El instinto de sobrevivencia dicta la política en Brasil

Decenas, o probablemente centenares, de legisladores y figuras en altos cargos del poder ejecutivo de Brasil saben que ya empezó a caer la guillotina sobre sus carreras políticas, pero siguen ejerciendo el poder como misión y posibilidad de salvación.

El habitualmente impasible presidente interino de Brasil, Michel Temer, no pudo disimular su frustración durante varios momentos de su comparecencia para desmentir las acusaciones de corrupción en su contra. La sucesión de crisis similares parecen haber arruinado su gobierno antes casi de comenzar. Crédito: Lula Marques/ AGPT

Agonía anunciada del nuevo gobierno en Brasil

“Acá todo parecía ser aún construcción y ya es ruina”, dice una vieja canción del famoso músico Caetano Veloso. El verso sirve bien para ilustrar lo que le acontece al nuevo gobierno de Brasil presidido por Michel Temer, en funciones