Aunque su comunidad no se ha inundado, el indígena Estanislao Arias teme que las lluvias incrementen el caudal del cercano río Nacajuca y este se desborde en su comunidad del estado de Tabasco, en el sureste de México.
Desde 2012, la mexicana Teresa Castellanos ha enfrentado la construcción de una planta termoeléctrica a gas en Huexca, en el estado de Morelos, en el centro de México y contiguo a la capital del país.
La batalla contra el crónico y multimillonario robo de gasolina que comenzó el nuevo gobierno, ha ocasionado escasez de carburante en al menos nueve estados del México y representa la primera gran prueba de fuerza para el presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Si ya no se dedican al petróleo a qué se van a dedicar? “A sobrevivir”, dice Lorenzo, parco, mientras maneja un vehículo prestado, en la ciudad de Poza Rica, en el oriental estado mexicano de Veracruz.
La Ley de Hidrocarburos de México estipula que las asignaciones petroleras deben incluir una evaluación de impacto social, pero esta no se ha efectuado para los campos recibidos por la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ni para las empresas ganadoras de contratos licitados bajo el nuevo esquema de apertura petrolera ejecutado en este país.
Los científicos alertan: la explotación a gran escala del gas depositado en rocas de esquisto que programa el consorcio estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) va a agudizar la sismicidad del norte del país, una zona ya propensa a los temblores.
El pozo Terra-123 estuvo en llamas desde fines de octubre en Tabasco, estado del sudeste de México. A una distancia de 1,5 kilómetros viven unas 1.500 personas que conforman la población indígena de Oxiacaque.