La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es la voz con mayor resonancia en el mundo a favor del empoderamiento de las mujeres y contra la persistente discriminación de género en el mundo. Pero sigue estando muy lejos de sus elevados ideales al respecto.
Las autoridades cubanas desplegaron una inusual visibilidad en medios de comunicación y hasta en las redes sociales sobre su respuesta a la violencia machista, durante los 16 días de activismo mundial contra este problema agravado en 2020, como consecuencia de la covid.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA en inglés) lanzó este lunes 7 el mayor llamamiento humanitario en su medio siglo de historia, para llevar ayuda a 54 millones de mujeres, niñas y jóvenes en 68 países a lo largo de 2021.
ONU Mujeres lanzó este miércoles 25, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la campaña “Pinta el mundo de naranja”, buscando en todo el mundo financiar, responder, prevenir y recopilar datos en esa lucha que cobra un nuevo cariz con la pandemia covid-19.
Hemos visto la estrecha relación que existe entre la pandemia de covid-19 y el aumento de las denuncias por violencia en cualquiera de sus formas. La llamamos
la pandemia en la sombra.
También hemos visto las diferentes maneras en que las sociedades y nuestros servicios públicos responden ante la ciudadanía que presenta una enfermedad potencialmente mortal y ante quienes recurren por ayuda porque sus parejas son potencialmente riesgosas para su salud o su vida.
El embarazo en la adolescencia, además de que puede perjudicar el desenlace vital de miles de jóvenes y de sus familias, tiene un costo de oportunidad anual superior a 1000 millones de dólares, en promedio para los países de América Latina y el Caribe, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
La crisis de la pandemia covid-19 cobra un alto precio en personas y economías, pero el mayor impacto está en la salud y el empleo de millones de mujeres, señaló un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNPFA).
El confinamiento al que se ha visto forzada buena parte de la humanidad para responder a la pandemia de covid-19 obstaculiza las intervenciones que se realizan en todo el mundo para frenar el matrimonio infantil y podrían contribuir a un aumento considerable en esta situación entre 2020 y 2030.
Un panel integrado solo por hombres para discutir la salud menstrual en el Día Internacional de la Higiene Menstrual provocó indignación en las redes sociales y una serie de memes sobre paneles de mujeres discutiendo temas masculinos.
Fue solo cuando Eva Muigai, de 17 años, estaba en el último trimestre que su familia descubrió que estaba embarazada. Muigai, una estudiante que vive con su familia en Gachie, en el centro de Kenia, había logrado disimular su gestación vistiendo ropa amplia.
Arti Zodpe vive en la ciudad de Sangli, en el estado de Maharashtra, en el centro-occidental de India, y es bailarina de tamasha, un arte escénico tradicional de baile y canto propio de la región. Después de las presentaciones nocturnas, algunas cantantes y bailarinas ofrecen sus servicios sexuales a clientes.
En la actualidad, algo más de la mitad de las mujeres en todo el mundo pueden elegir libremente sobre su salud sexual y reproductiva, según el último informe basado en datos de 57 países del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
La mutilación genital femenina (MGF) todavía se practica muy ampliamente Yibutí, en el Cuerno de África. Pese a los esfuerzos del gobierno y las agencias internacionales de desarrollo para frenar esta práctica, la cultura, la tradición y la religión continúan obstaculizando su eliminación.
La urgencia y amplitud con la que el mundo responde a la pandemia covid-19 afecta la atención con la que deben abordarse, particularmente en los países del Sur, otros temas de salud, como la administración de vacunas y contención de la tuberculosis.
La prohibición establecida por el presidente Donald Trump de que la asistencia internacional de Estados Unidos beneficie a organizaciones que brinden servicios o asesoría vinculados con el aborto, está perjudicando gravemente a la población de Malawi, según un reporte que seleccionó para medir la medida.
La práctica de la mutilación genital femenina acarrea costos mundiales por 1400 millones de dólares anuales en el conjunto de países donde mujeres y niñas siguen siendo víctimas de ella, según plantea la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Es necesario centrar la mirada en laolvidada situación de las mujeres y las niñas que viven en áreas en conflicto y en particular apoyarlas con servicios de salud sexual y reproductiva, demandó en un su plan de acción humanitaria 2020 la agencia de la ONU para la población.