Ante una pregunta, Albert Einstein, el físico alemán que ganó el Premio Nobel de Física en 1921, predijo algo muy inquietante: "No sé con qué armas se librará la Tercera Guerra Mundial, pero la Cuarta Guerra Mundial se librará con palos y piedras".
Las armas nucleares, que superaban las 13 400 unidades acumuladas a principios de 2020, tienen al menos una cosa en común con los humanos: pasan “a retiro” cuando llegan a la vejez, aunque en su caso pocas veces lo hacen como se necesitaría.
China e India, que entraron en guerra en 1962 en gran medida por la disputada frontera del Himalaya, y sostienen una larga batalla por la supremacía militar en Asia, han establecido un nuevo récord en el gasto en armas.
El vociferante e impredecible presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha emprendido desde que llegó a la Casa Blanca una guerra comercial con China, para contrarrestar, alega, sus “injustas” ventajas en materia de intercambio y aranceles, su violación de los derechos de propiedad intelectual y la manipulación de su moneda.
Hace justamente un año, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Estados Unidos se retiraría del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), que establece límites al programa nuclear de Irán para garantizar que no pueda producir armas nucleares.
La caída del precio del petróleo amenaza con repercutir directamente en la ayuda al desarrollo, las remesas de los trabajadores migrantes y la asistencia humanitaria a los refugiados, entre otras áreas, pero es poco probable que le haga mella al ingreso de armas en Medio Oriente.
Las potencias occidentales mantienen su apoyo político y militar a Arabia Saudita, uno de sus mayores aliados en Medio Oriente, aunque una coalición de países liderados por el reino saudí fue acusada de arrojar bombas de racimo prohibidas sobre objetivos civiles en el vecino Yemen.
La cantidad de armas nucleares en el mundo descendió levemente, pero la modernización de ese arsenal sigue avanzando, advierte el Anuario 2015 del Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz (Sipri), publicado el lunes 15.
Los conflictos armados que se libran en Iraq, Libia, Siria y Yemen incrementaron la venta de armas en Medio Oriente, según un estudio del Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz (Sipri, en inglés).
En un artículo satírico del diario Wall Street Journal titulado 'Una mirada poco seria al año venidero', Hugo Rifkind pronostica que el precio del barril de petróleo caerá tanto que la gente terminará por comprar el barril y tirar su contenido.
Las 100 mayores empresas productoras de armas acumularon 402.000 millones de dólares en ventas en 2013, según las últimas cifras publicadas por el Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz (Sipri).
Pacifistas de 40 países se congregaron en esta ciudad de Sudáfrica para analizar estrategias contra la guerra, mientras el mundo gastó 1,76 billones de dólares en las actividades militares en 2013, según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI, en inglés).