Oscar para Lupita Nyong’o inspira a industria del entretenimiento de Kenia

Los “Talent Tappers” actúan en Mombasa, mientras muchos se acercan a verlos. Los artistas de Kenia esperan que la industria del entretenimiento prospere. Crédito: Miriam Gathigah/IPS.

El Oscar a Mejor Actriz de Reparto para la keniata Lupita Nyong’o en la aclamada película “Doce años de esclavitud” genera esperanzas de que la incipiente industria del entretenimiento de su país reciba el impulso que tanto necesita.

El éxito mundial de Nyong’o, apuntalado por el premio que por su actuación en esa película le concedió la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood el 2 de este mes, demuestra que, “igual que en la medicina o la enseñanza, el entretenimiento puede ser una opción profesional seria, particularmente para los muchos jóvenes desempleados y talentosos que hay en el país”, dijo el analista de mercado Danson Mwangangi, quien vive en Nairobi.

Sin embargo, esa nueva actitud hacia las artes apenas se está desarrollando.

De Nairobi a Hollywood

Muchos amantes del teatro en Kenia, como el dramaturgo local Peter Nderi, recuerdan a Nyong’o, de 31 años, como la Julieta del clásico de William Shakespeare que interpretó en el Phoenix Players de Nairobi.[pullquote]3[/pullquote]

“Tenía apenas 14 años, pero ya entonces se notaba que era una gran promesa como actriz”, dijo Nderi a IPS.

Pero el éxito de la joven, sostuvo, no surgió de la noche a la mañana. La nueva niña mimada de Hollywood pagó su derecho de piso trabajando como parte de equipos de producción de varios filmes, entre ellos “El jardinero fiel” (“The Constant Gardener”, 2005), “donde era la muchacha de los recados, lo que incluía servir café al elenco”, relató Nderi.

El dramaturgo también recordó el documental de 2007 “In My Genes” (En mis genes), que exploró los desafíos que enfrentan las personas albinas como minoría en Kenia, y que Nyong’o  escribió, dirigió y produjo.

Luego protagonizó la serie “Shuga”, emitida por MTV África, coproducida con el Plan de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para el Alivio del Sida (Pepfar) y la Staying Alive Foundation, del propio canal.

Nacida en México de padres keniatas, Nyong’o se crió en Kenia, donde aguzó sus habilidades actorales en el circuito teatral local antes de asistir a la Escuela de Drama de Yale, una de las más prestigiosas de Estados Unidos.

La nueva frontera

Para Kenia, donde 40 por ciento de la fuerza laboral está desempleada –70 por ciento de esas personas son menores de 35 años–, victorias como la de Nyong’o infunden optimismo en el esfuerzo por desarrollar un vibrante sector del entretenimiento que pueda mejorar la economía.

“Es la nueva frontera para la creación de empleo”, dijo Mwangangi a IPS, agregando que el gobierno, a través de la Comisión del Cine de Kenia, se ha fijado el objetivo de generar 10 por ciento de su producto interno bruto (PIB) a partir de la industria del entretenimiento, incluidas todas las actividades creativas y culturales.

Estadísticas recientes del Banco Mundial muestran que 800.000 solicitantes de trabajo compiten por apenas 50.000 empleos anualmente. Por tanto, los esfuerzos del gobierno son bienvenidos por muchos jóvenes.

Pero la industria del entretenimiento no es para quienes se amilanan, según los actores keniatas, cuyas experiencias subrayan que el país todavía tiene un largo trecho que recorrer antes de considerar a las actividades culturales como una profesión válida.

“El principal problema es que muchas personas no entienden que el entretenimiento es un trabajo como cualquier otro y no están dispuestas a pagar para ver una actuación”, dijo Paschal Kilei, un actor que se esfuerza por desarrollar su profesión con su grupo “Talent Tappers” en el condado de Mombasa, a 482 kilómetros de Nairobi.

A consecuencia, Kilei y sus colegas deben actuar gratuitamente, con la esperanza de que, con el tiempo, la gente empiece a apreciar su trabajo y pague para verlos.

Su grupo hace “teatro de magnates”, según Kilei. Consiste en actuaciones casuales en mercados, estaciones de autobús, “básicamente en cualquier parte donde haya una gran cantidad de personas”.

Sin embargo, aunque sus actos son bien recibidos, hasta ahora no les han reportado dinero.

Kilei no está solo. Asia Majimbo, otro actor de Mombasa, dijo que incluso a los actores ya establecidos no les alcanza el dinero para vivir.

“Los actores de televisión, que ganan alrededor de 250 dólares por episodio, son la envidia de muchos”, dijo Majimbo. “En un mes se transmiten cuatro episodios o menos. Y puede ocurrir que un actor ni siquiera aparezca en todos los capítulos, a menos que sea protagonista”.

Nderi destacó la falta de capacitación formal como otro factor que perjudica a la industria, señalando que muchos se dedican a la actuación “como hobby, por lo que no invierten plenamente en ella intentando entrenarse, lo que afecta la calidad de su trabajo”.

Aunque no todos los actores keniatas pueden estudiar en Yale como Nyong’o, es necesario que no se los desaliente, dijo Mwangangi.

El interés del gobierno por estimular la economía a través del entretenimiento ya ha derivado en la orden de que la Comisión del Cine de Kenia cree una escuela de realización cinematográfica en el país, explicó. Además, 47 condados fueron alentados a promover la industria del entretenimiento como vía para la creación de empleo.

Crecimiento estable

Al crear su industria, Kenia tiene en el continente un hermano mayor del que puede aprender, según Mwangangi. “Nollywood, la industria cinematográfica de Nigeria, produce unas 50 películas por semana, mucho más que Hollywood, y es el segundo después de Bollywood, de India”, dijo.

Tanto Nigeria como Kenia están particularmente determinadas a cosechar los beneficios de su clase media en expansión, planteó el analista. Quienes integran ese sector de la población se duplicaron a 6,5 millones en la última década, según el Banco Africano de Desarrollo.

Aunque la industria cinematográfica de Kenia todavía está rezagada detrás de la Nigeria, viene creciendo de modo constante en los últimos siete años, según la Comisión del Cine, que registra un crecimiento de 85 por ciento en la cantidad de salas de exhibición y un aumento de 45 por ciento en la cantidad de personas que trabajan en el sector.[related_articles]

“Los samaritanos”, una serie humorística que se centra en los absurdos de una organización no gubernamental disfuncional en Kenia, es un ejemplo reciente de la producción nacional que concita atención internacional a través de medios de prensa y redes sociales de Internet.

Hussein Kurji, productor del programa, dijo a IPS que estaba buscando algo “innovador”. Y ahora cosecha lo que sembró.

“En los últimos 14 días recibió más de 150.000 visitas en (los sitios web para compartir vídeos) Vimeo y YouTube, y 90.000 solo la promoción del programa en YouTube”, destacó Kurji.

Él y Nyong’o ejemplifican la capacidad de los artistas keniatas para sobresalir pese a los desafíos que implica una industria incipiente.

Y también encarnan un espíritu creativo que Kenia espera aprovechar para atraer a las personas hacia el naciente sector. Tal vez, lo que mejor lo sintetice sean las palabras de Nyong’o en la ceremonia de entrega de los premios Oscar: “No importa de dónde seas. Tus sueños son válidos”.

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