La Onudi avanza en la promoción de un desarrollo inclusivo

El director general de la Onudi, Li Yong, en el “Segundo foro sobre desarrollo industrial inclusivo y sostenible en alianzas”, los días 4 y 5 de este mes en Viena. Crédito: Cortesía de Onudi

La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi) ha recorrido un largo camino desde 1997, cuando enfrentó el riesgo de perecer tras el fin de la Guerra Fría.

En esa época estaba amenazada por la retirada de Canadá, Estados Unidos –su mayor donante– y Australia, que argumentaban que el sector privado era más adecuado para fomentar el desarrollo industrial que una organización intergubernamental.

Casi un año y medio después de la designación como director general de Onudi de Li Jong, hasta entonces viceministro chino de Hacienda desde 2003, la organización está determinada a responder a las prioridades del desarrollo mundial posteriores a 2015, promoviendo el sendero del “desarrollo industrial inclusivo y sostenible” (ISID, en inglés).

Por lo tanto, no resultó sorprendente que unos 450 participantes de 92 países, entre ellos jefes de Estado y de gobierno, ministros, representantes de socios bilaterales y multilaterales para el desarrollo, agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el sector privado, organizaciones no gubernamentales y la academia, unieran esfuerzos para interactuar en el “Segundo foro sobre desarrollo industrial inclusivo y sostenible en alianzas”, realizado en Viena los días 4 y 5 de este mes.

El primer foro tuvo lugar en junio y en él funcionarios de gobierno y políticos clave intercambiaron puntos de vista sobre políticas e instrumentos para viabilizar el ISID, además de examinar qué había funcionado en un determinado país y podía inspirar a otro.

“La promoción del desarrollo industrial inclusivo y sostenible es un mandato muy claro que nos dieron nuestros estados miembros en la Conferencia General de la Onudi en Lima, Perú, en diciembre pasado”, dijo Li al foro el martes 4.

“Desde entonces, hemos venido implementando el nuevo mandato de varias maneras… Actualmente enviamos una fuerte declaración: la asistencia técnica no puede permanecer aislada de las principales fuerzas que moldean el curso del progreso en vuestros países. Tenemos que combinar nuestros esfuerzos para potenciar el impacto de nuestros emprendimientos sobre el desarrollo. Juntos creceremos; asociarnos nos hará fuertes”, añadió.

[pullquote]3[/pullquote]La lógica que hay detrás del pensamiento del director general de la Onudi es obvia. Las asociaciones estratégicas son la mejor respuesta a desafíos de desarrollo cada vez más complejos, porque no hay una sola estrategia de desarrollo ni un solo actor que puedan abordar todos los desafíos sociales, ambientales y económicos que enfrenta el mundo en la actualidad.

“Se requieren respuestas integradas y de múltiples actores para afrontar problemas como el cambio climático, la recuperación económica, el creciente desempleo juvenil, los conflictos y problemas emergentes como las pandemias en la salud mundial”, sostuvo Li.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también cree que “el imperativo dominante para el futuro de nuestro planeta es el desarrollo sostenible”.

En la apertura del segundo foro, Ban dijo: “Tenemos una visión de un mundo justo donde los recursos se optimicen para el bien de la población. El desarrollo industrial inclusivo y sostenible puede ser un vector del éxito”.

Entre aplausos, Ban agregó que una de las principales áreas de acción, el cambio climático, es una vía de apertura para el ISID.

“Gobiernos e inversores inteligentes están explorando tecnologías verdes innovadoras que puedan proteger al ambiente y lograr el crecimiento económico. Para que el desarrollo industrial sea sostenible debe abandonar los viejos modelos que contaminan. En cambio, necesitamos enfoques sostenibles que ayuden a las comunidades a preservar sus recursos”, expresó.

El foro de la Onudi examinó de cerca y aprobó nuevos programas piloto para que asociaciones de países promuevan el ISID en Etiopía y Senegal.

Los programas se basan en un exhaustivo análisis y comprensión a los que llegaron expertos de la Onudi durante visitas a los dos países que realizaron en los meses previos. Entonces identificaron a varios socios fuertes, tanto locales como internacionales, y diseñaron de modo acorde los dos planes de asociación.

De izquierda a derecha: el primer ministro de Etiopía, lemariam Desalegn; el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el director general de la Onudi, Li Yong, y el primer ministro de Senegal, Mahammed Dionne, en el foro sobre ISID. Crédito: Cortesía de Onudi
De izquierda a derecha: el primer ministro de Etiopía, lemariam Desalegn; el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el director general de la Onudi, Li Yong, y el primer ministro de Senegal, Mahammed Dionne, en el foro sobre ISID. Crédito: Cortesía de Onudi

Los primeros ministros de los dos países pilotos seleccionados para el ISID, el etíope lemariam Desalegn y el senegalés Mahammed Dionne, elogiaron el trabajo de la Onudi en el área de la industrialización inclusiva y sostenible en África.

Alabando la creación de la nueva política de asociaciones, Desalegn dijo que esa clase de industrialización ayudará a su país a desarrollarse. También señaló que Etiopía anhela potenciar su transformación económica y que tal modelo de asociación ayudará a implementar esta visión.

Dionne, por su parte, planteó que el crecimiento económico debe conducir a la erradicación de la pobreza y abordar el problema del desempleo, agregando que la industrialización inclusiva y sostenible ayudará a implementar el plan de desarrollo para Senegal aportando la acción colectiva necesaria para hacer que tenga lugar.

En tanto, Li aseguró a los dos primeros ministros que “la Onudi está plenamente comprometida a apoyar a los gobiernos de Etiopía y Senegal en la implementación de los dos programas”.

“Estos programas piloto señalan el inicio de un enfoque más amplio, más abarcador y ambicioso, sobre cómo la Onudi asume la cooperación técnica con y para que los estados miembros apoyen su agenda de industrialización”, señaló.

“Si queremos lograr la escala de desarrollo necesaria, tenemos que explorar todo el potencial del desarrollo industrial inclusivo y sostenible”, continuó.

“Tenemos que fortalecer las capacidades productivas. Debemos crear empresas. Debemos llegar a los agricultores y emprendedores, y promover la diversificación económica y la transformación estructural en base a agregar valor a los recursos naturales de estos países”, añadió Li.

[related_articles]En la mesa temática de alto nivel de la Conferencia de las Naciones Unidas de los Países en Desarrollo Sin Litoral, que tuvo lugar el 3 de este mes en Viena, Ban explicó la necesidad de apartarse de actividades que tengan bajo valor agregado o baja productividad para pasar a actividades que agreguen más valor y potencien la productividad.

Allí señaló: “Piensen en un grano de café, apenas un simple grano de café. Todos los países en desarrollo sin litoral pueden vender un grano de café tal como es. Pero países creativos más industrializados… muelen este grano de café y lo venden como un producto manufacturado a un precio mucho más elevado”.

“Lo mismo ocurre con los minerales sin procesar. Muchos países en desarrollo… venden minerales en su estado natural. Muchas empresas extranjeras vienen y se llevan todos estos minerales, y luego los venden bajo la forma de manufacturas procesadas” a precios mucho más altos, continuó.

Entonces, a pesar de tener sus propios recursos minerales, tienen que comprar, y para eso desembolsan grandes sumas, agregó.

El ISID toma en cuenta factores como los cuellos de botella estructurales y de conocimiento que enfrentan los países pobres al “movilizar a los socios y sus recursos para establecer sinergias con la cooperación técnica de la Onudi”, dijo Li al foro de ISID.

A propósito de la cooperación acordada con Etiopía y Senegal, señaló que esos programas se finalizarían en base a los insumos que se recibieran durante el foro.

Esos insumos incluyeron el reconocimiento de que se deben tener en cuenta las preocupaciones y los objetivos de desarrollo de los países que buscan apoyo internacional, y la noción de que no hay alternativa a las asociaciones público-privadas.

Estas asociaciones, coincidieron los participantes, deben aspirar a erradicar la pobreza y no a maximizar las ganancias de las corporaciones privadas involucradas.

 

Editado por Phil Harris

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